AGENCIAS
Bogotá, Colombia.- En una cumbre secreta en las montañas del norte de Colombia, los escuadrones paramilitares de extrema derecha acordaron recrear un mando unificado nacional, que conducirá una dirección político-militar con Carlos Castaño a la cabeza.
Este paso supone un nuevo un papel clave en la guerra interna del país para Castaño, un carismático ex campesino quien por otra parte negó ser un narcotraficante y dijo estar dispuesto a someterse a la justicia de Estados Unidos.
“En el orden interno de nuestra organización antisubversiva, anunciamos el restablecimiento de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC)”, afirma una carta de la organización publicada en su sitio de Internet.
La misiva está dirigida al Alto Comisionado de Paz, Luis Carlos Restrepo; el presidente de la Conferencia Episcopal, monseñor Pedro Rubiano; la embajadora de Estados Unidos en Colombia, Anne Patterson; y el secretario general de las Naciones Unidas, Kofi Annan.
Los motivos de la reunificación se basan tanto en la necesidad de mantener el control sobre este poderoso ejército irregular de unos 12,000 miembros, como en facilitar una eventual negociación de paz.
“Mientras se mantenga la amenaza terrorista de las guerrillas sobre Colombia y los países vecinos, y el Estado colombiano no logre contenerla, las AUC nos mantendremos activas como organización armada, salvo otras alternativas de defensa legal, con las cuales estaríamos dispuestos a contribuir”, sostiene el comunicado, firmado por 18 comandantes.
Las AUC se comprometen asimismo a no realizar actos de terrorismo y respetar el Derecho Internacional Humanitario, que ampara a los no combatientes en zonas de conflicto.
También anuncian su deseo de participar en una futura negociación de paz con el Estado y las guerrillas, que permita devolver la normalidad a este país.
“Manifestamos nuestra sincera voluntad de contribuir a la pacificación de Colombia participando activamente en un proceso de paz que comprometa a las guerrillas colombianas en la salida negociada al conflicto nacional”, afirma el comunicado.
Las Autodefensas comunicaron asimismo que pondrán fin a todas las prácticas del narcotráfico que servían de fuente de finanzas para sostener la organización armada. Desde ahora sólo recurrirán al “gramaje”, un impuesto cobrado a los cocaleros.
“Cualquier miembro de las AUC que resultara involucrado en las actividades del narcotráfico en sus etapas de procesamiento, embarque o exportación, será denunciado públicamente por nosotros”, advirtieron.
En julio pasado, Castaño anunció la disolución de la estructura nacional de los paramilitares debido a que diversos grupos estaban involucrados en narcotráfico, secuestros y otros delitos, actividades que a su juicio desvirtuaban el propósito de las autodefensas.
La jefatura de las AUC quedó entonces manos de una dirección político-militar integrada por tres comandantes, con Castaño a la cabeza, y por un Estado Mayor integrado por 15 jefes de bloques.