Sospechan contubernio de autoridad con provedor; resulta excesivamente caro
Torreón, Coah.- Los ladrilleros aseguran estar dispuestos a colaborar con las autoridades encargadas de la protección al medio ambiente para disminuir la contaminación: “el problema es que nos quieren vender los equipos de quema muy caros y no tenemos dinero para comprarlos”.
En las orillas del ejido San Luis trabajan 30 ladrilleros, entre ellos, Santiago de León, quien asegura que la Dirección de Ecología Municipal planteó la posibilidad de cambiar el sistema de quema por uno menos contaminante.
“Nosotros creemos que Ecología Municipal se amafió con el señor que nos quería vender los equipos ecológicos, estaban muy caros, de dónde íbamos a sacar dinero para comprarlos, sí estamos dispuestos a cooperar pero no de esa manera”.
En la actualidad las ladrilleras se ubican sobre lotes del ejido San Luis, dentro de poco los mismos productores se reubicarán porque los terrenos que ocupan serán urbanizados, pero aún no saben cuándo sucederá esto ni a dónde se irán.
Santiago de León señala que el Gobierno del Estado debe brindar las facilidades necesarias para la compra de equipo ecológico para producir el ladrillo: “decían que podíamos comprar uno entre todos nosotros, pero la producción sería muy lenta, no terminaríamos nunca”.
El campesino asegura que la Dirección de Ecología Municipal hace algunos meses levantó un censo en el ejido San Luis y en todas las comunidades donde se produce ladrillo: “saben perfectamente cuántos somos, quiénes somos, saben todo de nosotros”.
Los ladrilleros de San Luis, dice, están interesados en cooperar con las autoridades para disminuir la contaminación: “incluso yo fui a Juárez, ahí nos enseñaron como queman el ladrillo con gas pero sale muy caro, por eso nosotros no queremos utilizar diesel ni gas, tampoco aceite, nos saldría muy caro”.
Otro de los problemas, agrega, que enfrentan los productores de Torreón es la competencia tan fuerte de los ladrilleros de Matamoros, pues venden en menor precio y controlan el mercado en la Comarca Lagunera de Coahuila.
En la actualidad, dice, los ladrilleros utilizan madera, aserrín y cirre, para quemar ladrillo: “el estiércol nos lo regalan en los establos y la madera nos la venden barata las carpinterías, es puro desecho, la química es de tierra, ceniza y cirre, con eso hacemos el ladrillo”.
Santiago de León señala que durante diciembre y enero la producción de ladrillo es mínima a consecuencia del clima, pero es cuando la demanda se incrementa. En Semana Santa la situación se pone crítica para los productores.
“El diesel no es subsidiado, nosotros estamos puestos para no contaminar, hasta cocemos el ladrillo en obradores lleneros que son más ecológicos que las calderas, pero el Gobierno de perdido nos debería de ayudar a comprar los aparatos que quieren que usemos, además todavía hay que probarlos para ver si es cierto que la quema es igual.
Riesgo para la salud
*En la piel, los residuos resultantes de quema de llantas como la que suele ser usual en ladrilleras, puede provocar dermatitis por contacto, sobre todo en casos de epidermis delicada. A futuro, por tratarse de residuos carcinógenos químicos, puede generarse cáncer en la piel
*Puede haber inflación en la piel, mucho prurito, fisuras, grietas, o bien una infección severa.
*Si la persona está por mucho tiempo, en contacto con sustancias químicas de alguna manera agresivas para la piel, esos daños pueden llegar a ser acumulativos y a futuro pudieran condicionar cáncer.
*La quema de llantas realizada en obradores, como combustible para la cocción de ladrillo provoca carga extra de tóxicos en el medio ambiente y conforma una de las formas de contaminación de mayor riesgo para la salud, es, de hecho, una de las más peligrosas en que puede incurrirse.
*En este tipo de incineración y otras, donde para caldear obradores se utilizan trapos empapados en aceite quemado despiden tal cantidad de toxinas que cualquier persona expuesta queda “envuelta” por una carga extra de tóxicos, circunstancia que suele incrementarse de acuerdo a la fuerza de los vientos.
Fuente: Ecología Municipal