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BRASILIA, BRASIL.- El líder histórico de la izquierda de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, lloró ayer aquí al recibir el diploma que lo acredita como mandatario electo y afirmó que demostró cómo un obrero metalúrgico puede llegar a la Presidencia.
“Si había alguien en Brasil que dudara que un tornero mecánico, salido de una fábrica, llegara a la Presidencia de la República, 2002 probó exactamente lo contrario”, indicó Lula tras recibir la acreditación por parte del Tribunal Superior Electoral (TSE).
En una emotiva ceremonia, en la que estuvo acompañado por su esposa Marisa y sus más cercanos colaboradores, Lula dijo que “yo, que tantas veces fui acusado de no tener un diploma superior, gano mi primer diploma, el diploma de presidente de mi país”.
Lula fue un modesto tornero mecánico que surgió del sindicalismo a la política, para convertirse en el líder histórico de la izquierda brasileña, y buscó en cuatro oportunidades consecutivas la Presidencia de Brasil hasta que ganó este año.
El futuro gobernante, quien asumirá el cargo el próximo primero de enero, recordó durante su breve discurso que en las elecciones presidenciales de octubre pasado la sociedad brasileña “dio a sí misma y al mundo un ejemplo extraordinario de democracia”.
Aseveró que los brasileños acudieron de manera masiva a las urnas en un clima de tranquilidad y sostuvo que la amplia participación “reveló el aprecio por la democracia y la conciencia cívica que hoy existe en nuestro país”.
El líder del socialista Partido de los Trabajadores (PT) ganó la segunda vuelta presidencial del pasado 27 de octubre con el 61.2 por ciento de los votos, equivalentes a casi 53 millones de votos, para ser el candidato con mayor respaldo popular en la historia.
“La soberanía popular fue ejercida con plenitud, las instituciones democráticas mostraron toda su vitalidad. Para eso, mucho contribuyeron los encargados de coordinar el proceso electoral”, dijo Lula al reconocer la labor del TSE.
“Desde el punto de vista técnico podemos afirmar, sin ninguna exageración, que el proceso electoral brasileño está entre los más avanzados del mundo. Esto demuestra el potencial de la tecnología electrónica al servicio de la participación ciudadana”, dijo.
Felicitó al pueblo brasileño “el sujeto mayor de la democracia” y al Tribunal Supremo Electoral “por la dedicación y la limpieza con que ejercieron sus funciones constitucionales”.