México, DF.- Diputados federales priístas de los sectores obrero y popular cuestionaron ayer que la dirigencia de su partido haya abandonado a los dirigentes petroleros y a los ex colaboradores de las secretarías de Finanzas y Elecciones que serán procesados por el desvío de recursos a la campaña presidencial del PRI en 2000.
En respuesta, el secretario general de la CNOP, Manlio Fabio Beltrones, atribuyó la investigación del Pemexgate al “odio eterno” que Acción Nacional le tiene al PRI. “La mediocridad hoy hecha gobierno, nos quiere entretener con escándalos mediáticos. No buscamos defender la impunidad, pero no vamos a cejar en insistir que todo se apoye en la legalidad y no se politice”, expresó.
El dirigente cenopista afirmó que la actual administración federal descalifica al tricolor por su incapacidad de revisarse a sí mismo y que recurre “a temas del pasado” como un elemento que desvíe la atención porque no tiene resultados qué ofrecer.
Los legisladores propusieron que, a la “persecución” del gobierno, el PRI esté “muy pendiente para sacar más pistas de Amigos de Fox”, como propuso el diputado Edy Barón Levy. “Yo sé -afirmó— que el gobierno de Estados Unidos está interesado en esa investigación”.
Manuel El Meme Garza González, criticó que el Comité Ejecutivo Nacional (CEN) no haya ofrecido un “apoyo sin condiciones” a los dirigentes del sindicato petrolero y a la base trabajadora. “Este es el momento, porque si hoy son los petroleros, mañana será cualquiera de nosotros”, resaltó.
Ayer fueron convocados a un desayuno en la sede de la Confederación Nacional de Organizaciones Populares (CNOP), los diputados cenopistas, pero también se invitó al diputado del sector obrero Carlos Aceves del Olmo, quien agradeció la solidaridad de sus compañeros para reventar la comparecencia del secretario de Gobernación, Santiago Creel Miranda, en septiembre pasado.
También intervino el general Álvaro Vallarta Ceceña. Diputados que asistieron al desayuno revelaron que el militar afirmó que hay “una embestida” en contra de ex funcionarios de esa época, así como del Ejército, al que el PRI debe defender. El 2 de octubre de 1968, dijo, no sólo murieron estudiantes, “también soldados”.