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Recopilan sones guerrerenses

Bardomiano Salgado reunió 380con la colaboración del Programade apoyo a la Culturas Comunitarias

Iguala Gro.- Don Bardomiano Salgado Aguirre cuenta que hace más de medio siglo, allá por los años cincuenta, hubo en San Miguel Totolapan un encuentro musical entre el entonces "rey del huapango" Elpidio Ramírez y don Hilario Salgado, el más conocido intérprete y compositor de son guerrerense de Tierra Caliente

El encuentro fue casual, cuando ambos coincidieron en el centro de Totolapan un sábado de plaza. Duró más de dos horas, cada uno cantó su propio son. El "Viejo Elpidio", huapango y "don Lalo", calentano, aunque ambos se ajustaron a la rigurosa métrica de las décimas populares.

Al final del concierto hubo muchos aplausos del numeroso público que se reunió en la plaza. Sin embargo, el mayor reconocimiento fue para "don Lalo" Salgado porque el propio gran huapanguero hidalguense se acercó a él para felicitarlo y decirle:

"Usted, amigo, no se llama Lalo, sino lalocura por la forma frenética de tocar el violín y hacer bailar a la gente", le dijo don Elpidio, mencionando no sólo su virtuosismo, sino el ritmo alegre y colorido de la música guerrerense, en particular el son de Tierra Caliente.

Don Bardo, uno de los más reconocidos músicos populares del estado y auxiliar académico de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAG), recuerda esta anécdota con festiva añoranza porque "don Lalo" era su padre y porque siente que el son calentano se está muriendo.

"Sí -advierte preocupado- el son y los gustos calentanos están desapareciendo. Los grupos que los tocan con instrumentación tradicional son muy pocos. Acaso hay sólo cuatro o cinco conjuntos y la mayoría de la gente ya no los escucha, principalmente los jóvenes".

El reconocimiento de este hecho cala hondo en el maestro Salgado porque siendo nieto, hijo y hermano de soneros -el trío que ahora dirige lo formó con sus hermanos Alfonso y José- ninguno de sus tres hijos heredó su vocación musical ni el gusto por los sones.

Sin embargo don Bardomiano vive con gran intensidad los recuerdos y anécdotas que el son calentano ha aportado a su vida. Rememora especialmente su lejano contacto con los grandes soneros guerrerenses como Isaías Salmerón, Pepe Castañón, Román Célis, Guadalupe Tavira, Juan Reynoso y su propio padre.

Éste fue quien lo inició en la música, adiestrándolo desde que tenía nueve años en la ejecución de los instrumentos de cuerda que configuran musicalmente el son (violín, guitarra panzona y guitarra sexta). A partir de ese momento se integró junto con sus hermanos Alfonso y José a la tercera generación de soneros Salgado.

Años más tarde, en 1956, su hermano mayor formó el conjunto musical "Alfonso Salgado", que de esa fecha a 1982 grabó once discos de larga duración acompañando a los cantantes Arturo Villela y Benito Montero; y de 1998 a 2001 cinco casetes, tres de ellos haciendo compañía al cantautor igualteco Reyes Baltazar.

La muerte de sus hermanos Alfonso y José en los años 70 y 80 obligó a don Bardomiano a buscar otros compañeros. Ahora le hacen compañía Bartolo Monterrubio Fabián, guitarra y primera voz; Dámaso Macedo Avellaneda, violín; y Perfecto Hiracheta de la Cruz, tamborita.

El son de Tierra Caliente, música alegre y movida, hace cantar y bailar a gran parte de la población guerrerense de la región sureña del río Balsas; es decir, de Iguala y Chilpancingo y de la Costa Grande a la raya con la Tierra Caliente del estado de Michoacán.

Además de sones calentanos, el grupo toca también boleros, chilenas, gustos, minuetes, caminatas y dancitas. Estas tres últimas son pequeñas piezas musicales fúnebres que se interpretan en velorios de niños y en entierros de adultos, tradición que data de la Colonia y que ahora sólo el maestro Salgado mantiene vigente en Guerrero.

El músico guerrerense y su grupo cuentan con un repertorio de más de cien canciones populares de la región para interpretar en festivales escolares, plazas, parques, fiestas patronales, ferias, barrios, iglesias, celebraciones privadas y presentaciones especiales en televisión y radio.

Dentro de su labor de docencia e investigación musical, el maestro gracias a la colaboración del Programa de Apoyo a las Culturas Municipales y Comunitarias (PACMyC), ha recopilado alrededor de 380 letras de sones y gustos calentanos en Iguala, la Costa Grande y la región del Balsas de Guerrero, mérito que le ha valido reconocimientos de la UAG y del gobierno estatal de Guerrero.

A la fecha enseña son calentano, gustos, minuetes, caminatas y dancitas a un grupo de 15 estudiantes de la UAG interesados en mantener la rica tradición musical de Guerrero, una de las entidades con mayor riqueza de cultura popular en la República.

A sus 63 años de edad, don Bardomiano Salgado recuerda con nostalgia cómo su padre le enseñó a ser músico ("nos pegaba con la vara del violín") y también los numerosos viajes que ha hecho a otras partes de México y al extranjero tocando la querida música de su pueblo.

Recuerda visitas a Mc Callen y Chicago, en los Estados Unidos, y una presentación en La Habana haciendo compañía al ballet del Instituto Guerrerense de la Cultura, donde a él y a sus colegas los felicitó personalmente el presidente cubano Fidel Castro Ruz.

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