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México, DF.- El Consejo Coordinador Empresarial (CCE) expresó ayer su profunda preocupación de que a 12 días de que termine el actual período ordinario de sesiones del Congreso de la Unión, no haya señales claras de que se aprobará una reforma eléctrica. En conferencia de prensa, los dirigentes de los organismos que integran el CCE aseveraron que el país no puede esperar más, ya que es insuficiente el margen de reserva del sistema eléctrico, lo que pone en riesgo el abasto y se traduciría en interrupciones frecuentes del suministro, apagones y tarifas altas.
El dirigente del CCE, Héctor Rangel Domene, sostuvo que sin reforma, las tarifas eléctricas podrían aumentar 25 por ciento durante los próximos años, lo que agravaría la falta de competitividad, con consecuencias negativas en términos de empleo y crecimiento.
Subrayó que se requieren inversiones por 56 mil millones de dólares durante los próximos 10 años, monto del que no dispone la Comisión Federal de Electricidad (CFE) ni el gobierno federal.
?De ahí que la inversión de los particulares en el sector sea indispensable, la que sólo se logrará en un marco de certidumbre jurídica, tanto para los proyectos en proceso como para los futuros?, anotó.
México, agregó, requiere una reforma eléctrica que garantice el suministro de electricidad, propicie una mejoría sustancial del servicio eléctrico y sea consistente con menores costos de la electricidad, que den cabida a tarifas competitivas.
Rangel Domene indicó que el propósito principal es que se permita la inversión privada en la generación de energía eléctrica, haya mucha inversión, de tal manera que esto permita bajar los precios.
Al respecto, el dirigente empresarial anotó que las tarifas industriales y residenciales en México están entre las más altas del mundo y dañan la competitividad del país, por ejemplo, las tarifas para industrias pequeñas son 30 por ciento superiores a las de Estados Unidos y 42 por ciento a las de Canadá.
Además, dijo, la calidad del servicio es inferior a la de otros países, las fuertes fluctuaciones de voltaje, que llegan a superar el 23 por ciento, causan paros y daños a la planta productiva, sobre todo a la más moderna. Estimó que una reforma eléctrica integral que incluya un suministro doméstico superavitario y competitivo de gas natural, propiciaría que las tarifas eléctricas disminuyan de manera gradual del orden de 16 por ciento.
Por su parte, el dirigente de la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin), Javier Prieto de la Fuente, reiteró que no se trata de un proceso de privatización, sino de un complemento a la inversión que hace CFE y LFC, regido y ordenado por el Estado.
Con esto se busca eliminar la capacidad obsoleta de la comisión y al eliminar procesos costosos permitiría una baja de las tarifas.
CFE seguirá siendo un jugador importante durante los próximos años, anotó.
?Asumiendo que la inversión privada empezará a complementar la inversión pública, (la primera) nunca llegaría a tener más del 30 por ciento?, aseveró Prieto de la Fuente.
Cuestionado sobre el monto de inversiones que se irían del país de no aprobarse la reforma, comentó que probablemente no se iría ninguna, pero ya no llegaría más, ?mientras no generemos esa confianza, la inversión extranjera se está yendo a otros países como China y Rusia?.
Al respecto, Rangel Domene señaló que seguirán cabildeando hasta el último día del actual periodo ordinario de sesiones y si hay un extraordinario, seguirán haciéndolo.