Reuters
ÁMSTERDAM, Holanda.- En los años del auge de la Internet, ninguna visión de los gurúes de la tecnología estaba completa sin un mundo en el cual todos tuvieran un refrigerador conectado a la red, que pudiese ordenar automáticamente leche fresca cuando el envase estuviera casi vacío.
Dos años después, la red ha producido -junto con su buena cantidad de inventos incapaces de cumplir sus promesas irreales- el primer refrigerador de verdad conectado a la Internet.
Aunque su función más popular es la capacidad de revisar los correos electrónicos, muchos dicen que no satisface las expectativas.
Una firma surcoerana lanzó el mes pasado un refrigerador de 26 pies cúbicos (0,73 metros cúbicos), con una pantalla plana de 15 pulgadas sensible al tacto.
Usando la pantalla del refrigerador y una conexión a la Internet, los usuarios pueden ver e-mails, descargar música digital, ver televisión, dejar mensajes de vídeo para miembros de la familia y mantener datos de fechas y citas.
Como se esperaba, también hay características relacionadas con comida: puede mantener un inventario de los víveres en sus bandejas, almacenar información nutricional o descargar recetas.
El dueño tiene que introducir la mayor parte de esta información manualmente, aunque es una tarea que puede hacerse en cualquier computadora personal.
Desafortunadamente, la máquina no puede decir si ya pasó la fecha de vencimiento de la leche o si está por terminarse, ni puede ordenar leche fresca.
Sin embargo, versiones futuras del aparato que saldrían al mercado a finales del próximo año podrían escanear códigos de barra de los alimentos empaquetados mientras se introduce la unidad, o son desechados, simplificando la tarea de hacer la lista de compras en el mercado.
La compañía, que vendió unas 100 unidades en octubre, dice que planea vender unas 1.000 para finales del año en Estados Unidos.
La parte refrigeradora del paquete está valorada entre 4.000 y 5.000 dólares, mientras que la computadora incorporada y la pantalla plana en forma de televisor representan la cifra restante de los 8.000 dólares que cuesta el artefacto.
El refrigerador podría convertirse algún día en el centro de una red en el hogar, conectando a la Internet los hornos microondas y las lavadoras, dijo el director de comunicaciones y mercadeo de LG, Daniel Lee.