Reuters
Ashland, EU.- La policía que busca al francotirador que aterroriza al área de Washington patrulló ayer los bosques aledaños a un restaurante donde un hombre fue herido de gravedad cuando recibió un disparo mientras caminaba junto a su esposa por el estacionamiento de vehículos.
La policía trataba de determinar si el caso ocurrido en la noche del sábado estaba relacionado con los otros 11 de los últimos días, en los cuales nueve personas murieron desde que comenzaron los ataques el 2 de octubre.
Sin embargo, las autoridades dijeron que estaban actuando bajo la presunción de que se trataba del mismo francotirador.
“Para eso todavía estamos esperando por las pruebas forenses.
Estamos actuando como si fuera (el mismo) y vamos a continuar de esa forma hasta que digan lo contrario”, dijo el coronel Stuart Cook, del departamento de policía del condado Hanover.
Un hombre de 37 años, que no fue identificado, fue herido de bala en el estómago afuera del restaurante de carnes Ponderosa en una zona de hoteles y establecimientos de comidas en Ashland, unos 130 kilómetros al sur de Washington, cerca de la autopista interestatal 95, la principal carretera de la costa este del país.
El hombre, que no es oriundo del estado de Virginia, se encontraba ayer en estado grave en el Medical College of Virginia Hospitals, ubicado en la vecina Richmond.
El doctor Rao Ivatury, el cirujano que lo operó, dijo en una conferencia de prensa que ofreció ayer que las posibilidades de que sobreviviera eran relativamente buenas.
“Debido a su juventud y a su buena salud, tiene una prognosis razonable”, dijo Ivatury.
Los doctores tomaron varias medidas para salvarle la vida durante la operación inicial de tres horas a la que fue sometido en la noche del sábado.
, extirpando parte de su estómago, páncreas y bazo, explicó Ivatury. No trataron de quitarle la bala debido a que su estado era demasiado inestable.
El hombre estaba consciente, pero seguía conectado a un respirador, agregó. Los médicos pensaban operarlo nuevamente anoche o hasta hoy por la mañana para tratar de quitarle la bala.
Recuperar la bala era algo crucial para poder efectuar más pruebas balísticas y relacionar, o no, el caso con los anteriores.
Hasta el momento, el francotirador atacó en el área de Washington, en las zonas suburbanas de Maryland y en el norte de Virginia. Ninguno de los ataques previos había sido durante un fin de semana.