Asunción, Paraguay.- La Policía de Paraguay desalojó ayer con gases lacrimógenos y carros lanza-agua una manifestación de partidarios del ex general golpista Lino Oviedo, que pedían frente al Congreso la renuncia del presidente Luis González Macchi.
La Fuerza de Operaciones de la Policía Especializada demoró sólo cinco minutos en despejar las plazas del Congreso, en el centro histórico capitalino, donde permanecían unos mil activistas de la Unión Nacional de Ciudadanos Eticos (Unace), creada por Oviedo.
Los manifestantes permanecieron en la plaza tras un mitin efectuado anoche, que contó con unos cuatro mil asistentes, convocados para exigir la renuncia del gobernante.
Cifras extraoficiales señalaron que unas 50 personas resultaron lesionadas durante el desalojo efectuado por unos dos mil efectivos de la policía paraguaya.
Desde el sábado pasado, los opositores “oviedistas” tienen congregados en la capital a unos tres mil adherentes, la mayoría de ellos del interior de Paraguay, entre los que aparecen numerosas mujeres y hasta niños de corta edad.
Los dirigentes de un denominado Frente Patriótico Nacional, dominado por la Unace, habían programado realizar diariamente actos en la plaza “hasta lograr la caída de González Macchi”, pero el movimiento no ha encontrado eco en otros sectores políticos.
El fiscal del crimen de turno, Alejandro Nissen, firmó la orden de desalojo tras fracasar conversaciones con dirigentes de la movilización para que abandonaran las plazas del Congreso en horas de la madrugada.
También dispuso la detención de los dirigentes del Frente, los abogados Hermes Rafael Saguier, Julio César Vasconsellos, Bernardino Cano Radil, Víctor Sánchez Villagra y Domingo Aseretto, quienes desaparecieron de la plaza cuando se produjo el operativo policial.
Aparte de los 50 heridos, fuentes oficiales señalan que un centenar de personas fueron detenidos por la Policía Nacional y trasladadas a la sede de la Agrupación Especializada de esa institución, en una zona fuera del radio céntrico asunceño.
En la capital está vigente una ley llamada del “marchódromo”, por la que se regulan los actos de cualquier tipo en el centro de la ciudad y especialmente en torno a los edificios públicos, los que están permitidos sólo entre las 19:00 y las 24:00 horas.