Reuters
Lima, Perú.- La policía de Perú rescató ayer a la esposa de un cercano amigo y consejero del presidente Alejandro Toledo, que permaneció secuestrada por unas 54 horas, y arrestó a dos personas que la custodiaban.
Con los ojos cubiertos con una venda y sus manos esposadas a una cama, Mariana Farkas de Pollack fue rescatada de una vivienda que sirve de depósito industrial en un distrito de Lima, dijeron las autoridades.
“Fue un operativo que rompe los retos, en menos de tres días se ha recuperado con vida (a Farkas de Pollack), sin ningún sacrificio de vidas. El servicio de inteligencia de la policía ha funcionado extraordinariamente”, dijo Toledo en una conferencia de prensa, junto a la liberada.
Farkas de Pollack es esposa de Adam Pollack, un empresario y viejo amigo del presidente y su consejero no oficial en temas empresariales.
El ministro de Interior, Gino Costa, dijo que la policía, mediante un trabajo de inteligencia, ubicó la casa donde Farkas de Pollack permanecía en cautiverio desde la noche del martes, cuando fue plagiada por cinco personas fuertemente armadas.
“En menos de tres minutos se logró rescatarla sana y salva sin realizar ni un sólo tiro”, dijo Costa en una entrevista con la radioemisora RPP, agregando que en el operativo policial participaron 125 agentes.
El ministro de Interior Gino Costa dijo que en el operativo fue detenido un hombre y una mujer, encargados de alimentar y custodiar a la secuestrada.
No se pagó rescate
Según el ministro Costa, la familia Pollack no pagó ningún rescate por la rehén, que presentaba un rasguño en la nariz , producto del forcejeo durante su secuestro. Los delincuentes habían solicitado 8 millones de dólares, agregó.
“Todo apunta a que se trata de una banda de delincuentes comunes (...) pero no se descarta la posibilidad que pudiera haber trabajado para alguien distinto”, agregó en otra entrevista con Panamericana Televisión.
Funcionarios del gobierno peruano habían señalado que el secuestro buscaría desestabilizar la democracia del país.
Varios legisladores oficialistas habían vinculado el secuestro a personas cercanas al detenido ex asesor de inteligencia Vladimiro Montesinos.
La familia Pollack fue una estrecha colaboradora de Toledo en la campaña presidencial del 2000, cuando fue un duro opositor del gobierno del ex presidente Alberto Fujimori.
Un escándalo de corrupción detonado por Montesinos derivó en la destitución de Fujimori en noviembre del 2000, tras ganar un tercer mandato consecutivo en unos comicios plagados de denuncias de fraude.
Según investigaciones judiciales, Montesinos montó una red de corrupción y chantaje que involucró a militares, políticos, empresarios, jueces y directivos de medios de comunicación.
El presidente Toledo pidió a la justicia severidad en la pena para los plagiarios. “Vuelvo a reiterar mi pedido de cadena perpetua para aquéllos que cometan delito de narcotráfico, terrorismo y secuestro”, dijo el presidente.
Toledo, quien asumió a mediados del 2001 tras ganar las elecciones de ese año, sufre ahora la desaprobación a su gestión de más de 70 por ciento, según encuestas de opinión.
Los peruanos inconformes sienten que el presidente no ha cumplido sus promesas electorales de generar más empleos y reducir la pobreza, de acuerdo con los sondeos.
Los niveles de secuestros en Perú, aunque han aumentado levemente en los últimos meses por parte de delincuentes comunes, son bajos con respecto a otros vecinos como Colombia.
Según fuentes oficiales, los secuestros a empresarios eran más frecuente en Perú en la década pasada, principalmente por la guerrilla del Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA).