La Jornada
México, D.F.- Una eventual huelga en Petróleos Mexicanos (Pemex) sería devastadora para el país. No sólo porque las reservas de gasolina se agotarían en un lapso máximo de 11 días, sino por las pérdidas de la venta diaria de 1.4 millones de barriles de exportación que generan un tercio de los ingresos totales de México.
Ante la posibilidad de un paro, en caso extremo de que el Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM) y los directivos de la paraestatal no alcancen un acuerdo antes del primero de octubre próximo (término del emplazamiento a huelga), los 43 mil trabajadores de confianza (80 por ciento de éstos profesionistas) no serían suficientes para cubrir las actividades prioritarias de la paraestatal.
Tampoco habría personal externo en el país para operar de manera eficiente las áreas fundamentales de Pemex, en cuyas áreas operativas intervienen, en su mayoría, sólo obreros especializados.
Desde la expropiación petrolera en 1938, los conflictos entre la empresa y sindicato nunca han derivado en paros o huelga ni en los momentos de mayor tensión luego del encarcelamiento del ex líder de este gremio Joaquín Hernández Galicia “La Quina”. Una situación de esta naturaleza provocaría un caos energético en todo el país desde las primeras horas de un paro de labores, en especial porque se agotarían rápidamente las reservas de combustible para uso industrial y doméstico y el gas natural, insumo preferente para la generación de energía eléctrica.
Información oficial de la paraestatal precisa que tan sólo en Pemex Refinación, se controla la operación de tres mil 964 estaciones de servicio. (gasolinerías), las cuales surten diariamente 492 mil barriles y 218 mil de diesel. Además, los trabajadores controlan las 78 terminales de almacenamiento, autotanques y tanques para este mismo fin, así como la extensa red ductos para la distribución del combustible.
Los trabajadores cumplen un papel fundamental en la extracción del crudo, con capacidad operativa de hasta tres millones de barriles diarios para exportación y consumo interno, así como las seis refinerías en con producción de 1.5 millones de barriles.
Sin combustible un país no se mueve porque además del hidrocarburo, Pemex es el único que abastece el mercado nacional de productos del crudo y sus derivados. Tan sólo en el rubro de gasolina, la paraestatal afirma que tiene reservas para 11 días, aunque trabajadores petroleros afirman que sólo habría para seis días ante la limitada infraestructura de almacenamiento que se contrapone con la que existe en Estados Unidos para seis meses de reserva.
Un “shock” similar ocurriría ante un paro en Pemex Gas y Petroquímica Básica y Pemex Petroquímica donde laboran trabajadores altamente especializados que manipulan tecnología de punta.
Por ejemplo, en el complejo Petroquímico Morelos, principal productor de Etileno, se fabrica la materia prima del plástico, resina, medicamentos, polietileno, gas butano, productos agrícolas, fibras sintéticas y gasolina. Ahí laboran tres mil 200 trabajadores, cuya producción abastece también al resto de la industria petroquímica estatal y privada.
La Unión Nacional de Trabajadores de Confianza de la Industria Petrolera refirió que existen en la paraestatal 35 mil profesionistas y, tan sólo en Extracción y Refinación la base laboral la constituyen ingenieros geólogos, petroleros y civiles. David Cortés, dirigente de la Unión, dijo que una eventual huelga sólo procedería con el consenso de toda la base trabajadores porque de lo contrario sería un fracaso. “La mayoría de los trabajadores están conscientes que la situación política y judicial de Carlos Romero Deschamps es un asunto del también diputado federal priísta no del gremio”.
Por ello, dijo, es importante que la autoridad laboral proteja en estos momentos a todos aquellos empleados que se manifiesten en contra de la huelga o de toda la clase de presiones que ejerce el dirigente petrolero.
A la empresa y a los dirigentes sindicales solicitó que consulten a la base de cualquier asunto relacionado con el emplazamiento a huelga y la posibilidad de un paro “porque de lo contrario los trabajadores rebasarán a los dirigentes”.