S A N T O C L Ó S
Santoclós, seguramente,
cargará por estos días
todas sus jugueterías
en su trineo refulgente.
No sé cómo hará el reparto
de los miles de juguetes;
a lo mejor se divierte,
se distrae y olvida a rehartos.
Esos niños le reclaman:
duermen donde les conceden,
en la calle, donde pueden,
pues parece que nadie ama.
De tu trineo volador
deja caer al descuido,
este año, como perdido,
un juguete, por favor,
llenará su corazón.