Muchos jóvenes laguneros con cualidades para destacar en el beisbol profesional, fueron detectados por la Escuela Instruccional de la Asociación Lagunera, a algunos la anterior directiva de los Algodoneros le dio seguimiento, pero la mayoría no fueron aprovechados y aún parecen estar a tiempo para salvarlos, siempre y cuando el grupo encabezado por José Antonio Mansur Beltrán se interese en todos estos prospectos.
Seguramente muy pocas organizaciones de la Liga Mexicana de Verano cuentan con una asociación de beisbol amateur, como la que existe en La Laguna, muy preocupada desde el 2001 en detectar talentos jóvenes a lo largo y ancho de la región, para ponerlos posteriormente en bandeja de plata al equipo profesional de la plaza, el cual tendrá entonces la oportunidad de desarrollarlos, a través de la Academia de El Carmen, N.L., o bien, en las diferentes sucursales de las ligas de desarrollo que operan en el beisbol profesional mexicano.
Raúl Héctor Parra Monsiváis, cabeza de la Asociación Lagunera de Beisbol, por fin pudo concretar la idea de establecer una Escuela Instruccional, que sirva como un puente que permita a los jóvenes de la región, ponerse en la antesala del profesionalismo, siempre y cuando se cuente con las cualidades requeridas por el Rey de los Deportes.
Sin interés de lucro alguno y con recursos de su bolsillo, Raúl Parra dio vida a dicha escuela y para eso se apoyó en gente que es todo beisbol, como Francisco “Chino” Galindo, Antonio Moreno y Elpidio Martínez; Víctor Orozco estaba listo, cuando le llegó una invitación de los Leones de Yucatán, organización para la que ahora trabaja en la Liga Mexicana.
El grupo de instructores se desplazaba lo mismo a La Loma que a San Pedro, San Miguel o bien, a cualquier población en donde hubiera jóvenes desde los 14 hasta los 18 años, con cualidades y deseos de ser profesionales. Poco a poco el grupo de peloteros seleccionados creció y fue así como algunos de estos elementos tuvieron cabida en los Algodoneros de Unión Laguna, sin embargo, la gran mayoría de esos prospectos ahora tienen un futuro incierto y muy saludable sería que la organización encabezada por José Antonio Mansur Beltrán, rescatara a ese grupo, en el cual hay verdaderos talentos para destacar en el profesionalismo, y no se exagera al señalar que incluso para el beisbol de Estados Unidos.
El lanzador zurdo, Fernando Fernández Calderón, fue el primer pelotero de la Escuela Instruccional, firmado por Unión Laguna; posteriormente le tocó a Ricardo Cano, pero la lista es tan grande, que incluye a los siguientes elementos:
Salvador Saldívar Vargas, receptor de La Loma; Diego Ortega Deras, infield de Torreón; Luis Santiago Núñez Pérez, infield de San Pedro; Edgar Neftalí Núñez Rodríguez, infield de San Pedro; Guadalupe Medina Martínez, outfield de San Pedro; José María López Vicuña, infield de Petronilas, municipio de Matamaoros; Pedro Lara Adame, primera base y outfield zurdo, del Ejido San Miguel; Alan Roberto Guerrero Guerrero, receptor de Torreón; Bogart González Sánchez, lanzador y outfield de Francisco I. Madero; Hiram Godínez García, infield de Torreón; Adolfo Gallegos Ponce, lanzador de La Loma; Cruz Franco Maltos, lanzador de La Loma; Carlos Andrés Flores, outfield de 1.83 de estatura que desde el jardín central puso la bola de aire en la malla protectora, atrás del pentágono y originario de Torreón; Aldo Jaime Castillo Aguirre, de Gómez Palacio; Felipe Blanco Rodríguez, outfield de San Miguel; José Uriel Benítez Martínez, lanzador zurdo de Gómez Palacio; Gregorio Barbosa González, infield de La Loma; Ulises Aguirre Bautista, infield de La Loma y Juan Manuel Ramírez Romero, lanzador de San Pedro.
Se trata de jóvenes laguneros llenos de facultades para llegar al beisbol profesional y qué lamentable sería verlos en otra organización de la Liga Mexicana, porque la que es de casa no se interesó en sus cualidades.