Torreón, Coah.- Salió al escenario para divertir a la gente con todo y el dolor que estaba padeciendo por la muerte de su madre. En otra ocasión, mientras el público reía sin parar gracias a sus chistes e imitaciones, él escondía la angustia de saber que el más pequeño de sus hijos padecía una peligrosa enfermedad en una pierna... son los contrastes de su profesión.
Hace quince años el lagunero Rogelio Ramos tomó el reto: dedicarse a la comedia sabiendo que en muchas ocasiones tendría que ocultar su propia tristeza para divertir al público. A pesar de ello, hoy es una persona feliz y amante de su trabajo.
Era vendedor de una compañía de vinos; su “chamba” era ofrecer su producto en los bares y restaurantes, en uno de ellos le hicieron la propuesta. “¿Cuánto ganas a la semana?, yo te doy lo mismo por una hora que trabajes contando chistes y cantando”. Tenía alrededor de 27 años cuando Rogelio Ramos se aventó al ruedo, desde entonces ha hecho reír al público lagunero como al de otras partes de la República.
“Cada una de mis actuaciones es como un examen oral, ahí veo si le gusta o no a la gente lo que hago, si se ríen o aplauden. No es un trabajo que te desgaste físicamente pero sí mentalmente. Hacer que el público se ría con lo que tu dices es estresante”, dijo el comediante e imitador.
De pláticas, personas que le cuentan chistes o incluso leyendo El Siglo de Torreón, Rogelio Ramos prepara su repertorio, ese que –asegura- es difícil cambiar para cada espectáculo. “Mucha gente me dice que siempre presento lo mismo pero aunque no quiera. Sí les cambio algo pero tengo que repetir. Me presento jueves, viernes y sábado, entonces hacer un show diferente pues como que no”.
De gays, matrimonios, niños y todos los tópicos habidos y por haber habla este lagunero, claro... sin olvidar las imitaciones, esas que arrancan sonoras carcajadas de los espectadores.
-¿Cómo ves lo de la piratería de chistes? “Es imposible detenerla, no tengo nada contra los comediantes famosos, pero ellos -cuando escuchan a otros no tan famosos y que son buenos- se llevan sus chistes o los míos a México, y como salen en la tele y por medio de ellos los conoce la gente, después resulta que uno es el copión”.
Rogelio Ramos ha alternado con los comediantes más reconocidos del país como Polo Polo, Jorge Falcón, La Tomata y La Perejila, Tony Flores, Memo Ríos, entre muchos otros; también se ha presentado en infinidad de ciudades del país, “desde Cancún hasta Tijuana”, pero no por ello, busca convertirse en el comediante más famoso y conocido de México.
“No busco tener programa de tele, creo que hay edades para todo y no estoy en edad de ir a tocar puertas o hacer casting. Tengo mucho trabajo gracias a Dios como para ir a una televisora a ver si me dan chanza”.
El artista local aseguró que no trata de aportar nada educativo en sus espectáculos ni dar mensajes sobre algo porque su función no es ponerle el ejemplo a nadie, sólo busca divertir. También confió que a pesar de las inconveniencias del trabajo es muy feliz y se la pasa de lo mejor. “No soy famoso ni rico como otros comediantes, pero tengo trabajo y ahí voy, me la paso a todo dar”, finalizó.