Ernesto Ruffo Apel, el primer gobernador panista de México, fue la ficha con que Carlos Salinas pagó al PAN su legitimización.
Pero además de panista, sin duda muy popular en su Baja California, harta del PRI ¿quién era Ruffo en 1989 al subir al poder? Pues entre otras cosas, un reciente empleado de la familia Bush. Había sido en años anteriores gerente de la Empacadora Zapata en El Sauzal, empresa que quebró. Y Ruffo, para no pagar a los obreros de la planta las indemnizaciones de ley, escondió los barcos de la empresa en San Diego. “Ruffo, cual gringo que es, siempre le ha sido leal a los Bush...”, dice su crítico Felipe Ruanova.
LOS AMOS BUSH: Recordemos que Carlos Salinas durante todo su sexenio mostró adoración por George Bush, padre del actual presidente. Tanto así que para que lo invitara a su rancho de Agualeguas, los mexicanos tuvimos que pagarle a nuestro entonces presidente un aeropuerto para grandes jets. ¡Y ya sabemos lo que cuestan los aeropuertos!
Esto es algo que debería investigar el actual contralor del “cambio”, Pancho Barrio, pero dudo que lo haga porque era a su vez fan de Salinas. De hecho declaró sin el menor pudor durante su propia gubernatura que era “el más salinista de los gobernadores”, siendo él panista.
Estas breves remembranzas de los años 80´s sirven para demostrar el antiguo ascendente que la familia Bush ejerce sobre políticos mexicanos. Hace mucho tiempo, que los sanguinarios y corruptos dueños de Enron le tenían echado el ojo a México y especialmente al sector energético, ése que maneja el regiomontano Martens hoy en día, amanuense también de la nefasta dinastía, que quiere sacar a Gil Díaz del gabinete (ya hasta me está cayendo bien de tanto que lo odian sus compañeros del gabinetazo panista). Superfluo es decir que Zedillo cayó rendido ante las botas de los Bush, aunque su interlocutor de sexenio fuese W.C. Clinton, vencedor momentáneo del clan.
EL PATIO TRASERO DE CALIFORNIA: En el inicio de su gubernatura, Ernesto Ruffo intentó desarrollar la actividad hotelera del eje “Tijuana-Rosarito-Ensenada”, así como la posibilidad de atraer a la industria cinematográfica de California a “Baja”, como llaman simplemente los gringos a los dos estados mexicanos ubicados en la península.
Pero por lo visto estas sensatas ideas, promotoras de un desarrollo interesante para Baja California y para las que se creó un marco legal, fueron sólo una especie de pantalla de futuros negocios de Ruffo, planeados para cuando dejara el gobierno. Ya fuera de la gubernatura, haría de su estado algo mucho más feo, pero más fácilmente redituable (para él) que bellos paisajes y lugares de recreo para el turismo internacional.
En lo oscurito, relata Felipe Ruanova, Ruffo que ya se había convertido en el coordinador estatal de “Los Amigos de Fox”, promovió la instalación de plantas termoeléctricas al por mayor para cubrir la creciente demanda de fluido eléctrico de EU. “Ello despertó a la par el codicioso interés de los consorcios internacionales del gas industrial y doméstico. Ahora ya son cuatro empresas las que tienen permiso para descargar GNL (gas natural licuado) de Bolivia, Perú, Alaska, Australia e Indonesia en nuestro territorio... Los californianos lanzan a su patio trasero lo que les afea sus bellos y ecológicos paisajes. Lo que puede poner en peligro a sus residentes. Como el que pone el tanque de gas y el boiler en donde no se vean. Así de fácil. Así de cándido. Así de trágico.”
GAS DE OTROS PARA OTROS. Desde luego los países citados y los gringos le deben de pasar un dineral a su “agente” Ruffo.. ¿Y qué gana México con esa humillante y depredadora función de patio trasero para que los vecinos puedan tener gas natural licuado que les produzca electricidad? ¿cuántos trabajadores bajacalifornianos se benefician con “empleos” y cómo están éstos?
Si el gas fuera nuestro -si hubiéramos sido capaces de industrializarlo en vez de quemarlo a lo tonto- sería malo ser el patio de los gringos, pero siquiera venderíamos algo propio. En cambio, lo que ha hecho Ruffo es simplemente una asquerosa entrega del territorio nacional, la ruina de los paisajes ergo de la industria turística local y de la cinematográfica que planeaba, a cambio de NADA.
Según el citado informante, traidores diputados han apoyado al amigo de Fox en su lamentable empeño de servir a USA en detrimento de México. Dice: “Ruffo sigue contando con sus esbirros, ahora ya más comprometidos con su “proyecto político” - ¿la entrega del país?- Blake Mora, Cardona Benavides, Castañeda Pomposo (que no es el Canciller), Monraz Sustaita y Osuna Jaime, que de legisladores del PAN se han convertido en verdaderos coyotes empresariales, lo han auspiciado y auxiliado. Maratón Oil Corp. Philips Petroleum, El Paso Corp., Sempra Energy, y Shell Oil Co. Ya poseen sendos terrenos y sendos permisos
De “La Comisión de Energía” (sic) para instalarse todas en Baja California y poder exportar el fluido eléctrico y el gas licuado a los EU. Lo trágico es que aparte de las gratificaciones que Ruffo y su séquito de ingratos legisladores han de estar cobrando ¿de qué carajos nos sirven tales depósitos, plantas de energía y ductos de gas en nuestro territorio, si no es para tenernos aterrados, llenarnos de humo, generar unas plazas misérrimas de obreros, que vivirán sentenciados a morir achicharrados en cualquier momento? ¿para que tarde o temprano nuestro vilipendiado estado se convierta en otro San Juanico ?”
El “honesto” panista Ruffo, hoy encargado por Fox de los asuntos fronterizos, es un empeñoso, corrupto y peligroso destructor de México en beneficio de USA. Se supo desde que pretendió que ¡en Sonora se hiciera una planta nuclear para servicio de los gringos!
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