Hoy 6 de octubre hay elecciones en Acapulco de alcalde y legisladores. EL PRD, el PRI, Convergencia, el PT y el PAN con un pachuco de candidato, se disputan bastante agriamente la alcaldía. La final se juega entre Alberto López Rosas, Ernesto Rodríguez Escalona, Luis Walton respectivamente candidatos de los tres primeros partidos.
Ojalá no sea una elección determinada por signos partidarios, sino una toma de conciencia de todos los acapulqueños sobre el lamentable cambio que ese puerto, que puso a México en el mapa mundial, ha padecido en las últimas décadas y de las razones que lo produjeron, además del boom de competidores. Y desde luego un análisis de cuál es el candidato que puede revertir la impresionante decadencia turística.
ACAPULCO PERDIÓ EL RUMBO. - De ser el más bello y famoso destino turístico del Pacífico, no sólo mexicano, con el que soñaban turistas del mundo entero que lo veían en cine, que se interesaban por sus leyendas, aquél que era el Shangri-la, preferido de muchos ricos y famosos, no sólo artistas de cine internacionales, se fue convirtiendo poco a poco en un corriente y sucio pueblote “tierra adentro” que renegó de su natural vocación turística y marina. En ciertos aspectos, el puerto en sí ubicado en una de las bahías más hermosas del orbe, parece estar renunciando a su propio renacimiento y resignarse a ser sólo la “ciudad de servicio” del Acapulco Diamante, uno más de esos desarrollos planos en todos aspectos.
No se entiende de ninguna manera el absurdo, pero sería menos grave si el puerto tuviera otras alternativas para sobrevivir y progresar, si hubiera encontrado otra gran solución, por ejemplo, una industria especial, un gran astillero, un gran centro médico, si fuera un polo cultural y artístico, o simplemente educativo de calidad ( sus universidades son aún muy pueblerinas y la famosa Americana, que creó Ruiz Massieu, tiene un programa muy similar al de las Academias Vázquez), si le hubieran permitido los casinos, si, como antes, atrajera a la industria cinematográfica, si fuera sede de un importante Instituto del mar (mi sueño) y muchas posibilidades más que desarrollan en todo el mundo ciudades que no poseen atractivos mayores y tienen que usar la imaginación para no decaer. Pero gobernadores y alcaldes explotaron siempre a Acapulco en lugar de impulsarlo y defenderlo.
COMEN UNOS DE LOS OTROS. - Actualmente, los acapulqueños viven del comercio interno: se entrevenden cosas y servicios, como si no dependieran, en la punta de la pirámide, de su única importante fuente de ingresos: el turismo. Viven, como “si la belleza no existiera “ o como si nos les importara un comino la naturaleza.
Ninguno de los candidatos tiene un plan serio para el indispensable cuidado de la bahía misma y de las preciosas lagunas que tanto al sur como al norte padecen invasiones, contaminación, etc. al grado de que podrían desaparecer. ¡Remember Chapala!
La ceguera empieza desde las autoridades mismas como el alcalde saliente, Zeferino Torreblanca, que en este año electoral entrega muchas obras utilitarias y aplaudibles, pero hechas sin el menor gusto, como la ampliación de la avenida escénica cuyas hermosas rocas tapizó de cemento para que no se desmoronen en lugar de usar el pasto especial para el caso. No tardarán las plastas grises en desgajarse como en la autopista del Sol. ZT Asegura no haber robado, pero si es cierto, no basta para gobernar bien.. Deja un Acapulco en el que falta agua, con un grave problema de recolección de basura, con la Costera, la única avenida turística del puerto, plagada de comercios absurdos como media docena de supermercados, gasolineras, tiendas de oficinas y además con las aceras rotas y sucias..
COBARDÍA.- Zeferino fue un alcalde cobarde que nunca tuvo las agallas para defender a Acapulco de todos sus explotadores estatales y federales (17 dependencias). Nunca se atrevió a denunciar las lacras que lo hunden como las concesiones- lavaderos de dinero de los políticos priístas de numerosas líneas de autobuses vacíos y cientos de taxis que abarrotan la Costera.
Ah, pero quería que la titular de Seguridad Publica, Ángeles Nava Rojas, ex directora de los Reclusorios en el DF, les aventara a la policía y como la señora se negó, encontró para quitarle el puesto el pretexto de que había bailado en una fiesta con el candidato del PRI. ¡Qué naco!
Tampoco intentó siquiera que el Centro de Convenciones, hoy en ruinas y negocio particular de los Figueroa, fuera municipal, en momentos en que todas las ciudades construyen centros de convenciones.
No se atrevió a exigir que no se estacionaran día y noche en la Costera, tapando la vista (cuando la hay), los autobuses foráneos de todo el país que acarrean a Acapulco el turismo “lumpen “ que duerme en los camiones o en las playas de la bahía, que come en los supers, que no deja nada y espanta al buen turismo. Me explicó que “es democrático”. Para algunos, la secretaria de turismo estatal, Lupita Gómez Maganda aportó su cuota, con las bases del PRI, a ese turismo. Muchos otros dañan a Acapulco, como el arzobispo Aguirre Franco, prepotente y voraz “jalisquillo”, (agente de ventas de Onésimo) que prohibió las bodas fuera de las iglesias, perjudicando a muchas familias que viven de esa tradición. Pero en cambio el nuncio apostólico dio una misa en un salón del Centro de Convenciones, donde semanas antes se presentó la exitosa obra “ Aventurera”.
LA BUENA NOTICIA.- Sin embargo, sucede algo nuevo y bueno. José Esteban Martínez, delegado del INAH, trabaja con gran éxito en el descubrimiento o recuperación de vestigios prehispánicos, tanto ruinas como petroglifos en Acapulco y otros sitios de Guerrero.. Los gobiernos estatal y municipal se pusieron las pilas. ZT pavimentó las calles que subirán a los visitantes al Cerro de El Veladero. ¡La selva en su esplendor, interesantísimos petroglifos, una vista sensacional! La “Ruta Rupestre” se perfila para el futuro próximo. El nuevo alcalde tendrá una nueva y gran carta de atracción turística. A ver...
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