ANAHEIM, CALIFORNIA.- El peor comienzo de temporada en la historia de la novena en abril dio fuerza a rumores de que el manager de los Serafines Mike Scioscia se tambaleaba en la cuerda floja.
Con Anaheim preparándose para la Serie Mundial en octubre, la idea de despedir a Scioscia suena totalmente fuera de lugar.
"Leí mucho sobre eso. Sólo me reía de lo que se decía", recordó el gerente general de los Serafines Bill Stoneman. "La temporada apenas comenzaba".
"A varios jugadores claves les tomó cierto tiempo agarrar el ritmo", declaró Stoneman. "Sabíamos que era cosa de paciencia".
Y en ese renglón Scioscia es un experto.
"La paciencia es una de sus mejoras cualidades. Además está su dedicación al trabajo y su capacidad para manejar a los jugadores", añadió Stoneman.
Scioscia, en su tercer año como manager de los Serafines, asegura que no fue presa del pánico por el comienzo flojo y las conjeturas de que sería despedido.
"Sabía que varios jugadores estaban lesionados y en cualquier momento iban a incorporarse a la alineación", comentó.
La lista era larga. El taponero Troy Percival estuvo inactivo por lesión, así como el guardabosque Darin Erstad. El as Jarrod Washburn tuvo tres aperturas para el olvido, mientras que Troy Glaus y Scott Spiezio tuvieron que cumplir suspensiones.
Sobre las versiones de su inminente despido, Scioscia sostiene que nunca les prestó atención. "Uno no tiene control sobre eso. No me afectó en nada".
El calendario tampoco sirvió de ayuda. Les tocó jugar con Oakland y Seattle, que lograron 100 victorias el año pasado, en 14 ocasiones.
Tras perder 1-0 ante los Marineros el 23 de abril, los Serafines exhibían un récord de 6-14 y estaban rezagadas a diez juegos y medio del primer lugar en la División Oeste.
"De nuestro punto de vista era difícil hacer una evaluación justa porque no teníamos disponibles a todos los titulares", señaló Scioscia el lunes. "Lo apropiado era guardar paciencia. Una vez que tuvimos a todos de vuelta en la alineación, las cosas fueron cambiando en forma positiva".
Primero, los Serafines hilvanaron una racha de ocho victoria en fila para balancear su foja. Tras ello se anotaron 21 victorias en 24 juegos, dejando su marca en 27-17 para el 22 de mayo. Eso fue sólo el comienzo de un equipo que fue subiendo como la espuma.
La marca de los Serafines para la pausa del Juego de las Estrellas fue de 51-35. Una racha 16-1 en septiembre selló el boleto a los play off.
Quedaron con una récord 99-63, su mejor foja en sus 42 años de vida. Sin embargo, ello bastó nada más para el comodín de la Liga Americana, ya que el banderín de la división fue a parar con los Atléticos de Oakland que terminaron en 103-59.
Pero serán los Serafines con su comodín y no los Atléticos quienes estarán en la Serie Mundial.
El flojo arranque de esta campaña siguió al terrible cierre en el 2001, en el que perdieron 19 de sus últimos 21 partidos para quedar con foja de 75-87, a 41 juegos de los Marineros, campeones de la división ese año.
Ningún otro equipo que terminó tan rezagado se recuperó y llegó a la Serie Mundial al año siguiente