CABO CAñAVERAL, EU.- El transbordador Atlantis se acopló ayer a la Estación Espacial Internacional (EEI) para dar inicio a una agitada semana de operaciones conjuntas entre las tripulaciones de ambas naves.
Los seis astronautas del Atlantis comenzaron desde el mismo lunes —poco después del lanzamiento desde el Centro Espacial Kennedy, en el estado de Florida— los preparativos para llevar a cabo el acoplamiento a la EEI, a la que agregarán un segmento valorado en 390 millones de dólares, y que está diseñado para colocarle varios módulos y paneles solares.
Las dos naves, que pesan cada una más de 100 toneladas, circundaban la Tierra a ocho kilómetros por segundo, y cuando faltaban pocos kilómetros para el acoplamiento, sus pilotos planearon con tal exactitud sus movimientos que durante el acoplamiento no se notó ni la enorme velocidad ni el gran peso.
El comandante del transbordador, Jeffrey Ashby, un capitán estadounidense de la Armada, disparó los propulsores para frenar la velocidad y después utilizó otros propulsores para lograr la posición adecuada en el espacio, hasta que el Atlantis se acopló suavemente a las 1524 GMT a la EEI.
Los miembros de las tripulaciones de la EEI y del Atlantis charlaron por radio amigablemente cuando las dos naves estaban ya próximas al acoplamiento.
“Hola, Piers. ¿Cómo estás? ¿Qué te parece estar en el espacio?”, preguntó Peggy Whitson, la científica estadounidense a bordo de la EEI. Ella y sus dos compañeros rusos llevan 126 días en la estación.
“Hasta ahora bien. Es magnífico”, respondió Piers Sellers, astronauta de la NASA nacido en Gran Bretaña y quien hace su primer viaje al espacio.
Hoy, Sellers dará su primera caminata espacial junto al estadounidense David Wolf. Los dos astronautas deben colocar varios segmentos a la EEI y prepararlos para que puedan ser activados.
El lanzamiento del Atlantis había sido pospuesto por más de seis semanas debido a una serie de problemas.
, entre ellos la aparición de varias grietas en las tuberías que transportan el combustible de los tanques de almacenamiento a los motores del transbordador.
Después de que se repararon las líneas de combustible de todos los transbordadores, el lanzamiento tuvo que ser pospuesto de nuevo la semana pasada debido a que el huracán Lili amenazó el Centro de Control en Houston, en el estado de Texas.