AP
CARACAS, VENEZUELA.- La decisión de un grupo de altos oficiales de rebelarse contra el gobierno reactivó las tensiones en el país mientras crecen las presiones de la oposición para que el presidente Hugo Chávez llame a elecciones adelantadas este año.
Venezuela enfrenta desde el fallido golpe de abril una crisis política y económica que se ha ido agravando debido a la creciente confrontación interna y la reaparición de rumores sobre descontento en la fuerza armada.
Los militares rebeldes amanecieron ayer congregados en una plaza capitalina junto a varios miles de manifestantes opositores, quienes entre banderas nacionales y cacerolas, voceaban consignas exigiendo la convocatoria adelantada de elecciones.
El vicepresidente José Vicente Rangel negó que el pronunciamiento de los militares haya tenido alguna incidencia en la fuerza armada y aseguró que la situación en los todos cuarteles del país es de total normalidad.
Rangel le restó importante a la concentración masiva que realizan militares y grupos opositores en una plaza del este de Caracas, e indicó que “yo soy partidario que la gente manifieste. Mientras lo hagan democráticamente no tenemos ningún problema”.
Reiteró sus críticas contra el grupo de altos oficiales rebeldes a los que llamó “payasos”, y agregó que “esos militares fueron los mismos golpistas del 11 de abril... Parece que tienen alguna credibilidad en alguna gente, eso es respetable también, pero por lo menos entre las fuerzas armadas no tienen credibilidad”.
El vicepresidente dijo que a los “organismos competentes” les corresponderá decidir el futuro de los oficiales disidentes.
Néstor González, sujeto a investigación por la intentona golpista de abril, negó en entrevista a la emisora Unión Radio que él y sus compañeros estén promoviendo un rebelión militar. “Si el pueblo venezolano se acerca aquí, nos acompaña, nosotros estaremos aquí. Es la voluntad del pueblo lo que a nosotros nos apoya”, declaró el general del Ejército Néstor González en medio de centenares de manifestantes que lo aclamaban.
“Nuestra intención no es la violencia, ni utilizar ningún tipo de arma, esto no es un golpe militar. Lo único que pedimos es que la sucesión del presidente de la República sea por vías constitucionales, pero que sea pronto”, expresó.
El comandante del Ejército, general Julio García Montoya, cuestionó la acción de los militares rebeldes, e indicó que “a la institución militar venezolana no pueden socavarla ni confundirla los desesperados llamados a quebrantar la norma constitucional”.
El general García Montoya señaló que la fuerza armada “ratifica que su objetivo y su fin último es la defensa de la democracia, razón por la cual permanece y permanecerá vigilante ante cualquier intento por atentar contra ella”.
El general del Ejército Enrique Medina Gómez, también en rebeldía y sujeto a investigación, pidió ayer al resto de sus compañeros que se “manifiesten”.
“Pido abrir un camino, una vía, que está en... la constitución nacional que prevé manifestarnos abiertamente al desconocer un régimen considerado ilegal”, señaló el alto oficial, quien fue hasta comienzos de año delegado diplomático del gobierno en Washington.
Las mayores organizaciones empresariales y sindicales del país y los principales partidos opositores expresaron ayer su apoyo a los militares disidentes, y coincidieron en señalar que la acción de protesta de los oficiales es una expresión de la severa crisis del país y de la fuerza armada venezolana.
El secretario general de la Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV), Manuel Cova, declaró que las acciones de los militares rebeldes se “encajan perfectamente dentro de la constitución”.
Pidió al congreso a que actúe y acelere la convocatoria a elecciones para lograr una salida pacífica y democrática a la crisis.
El congresista opositor Julio Borges justificó el respaldo de su organización Primero Justicia a los altos oficiales señalando que “esta es una demostración de que la gente está obstinada y le duelen los huesos, lo que sucede y está en una situación límite”.
Borges expresó que el acto de los militares “reivindica” lo previsto en la constitución respecto a la desobediencia civil, e hizo un llamado a la población a que traten de entender la posición de los altos oficiales.
“La única opción que tenían era ir a una plaza a hacer una vigilia con toda la ciudadanía. Hay que pensar lo destructivo que puede ser la situación en la fuerza armada para que nuestros oficiales, la única alternativa que tengan es tratar de limpiar su reputación en la calle”, agregó.