TORREÓN, COAH.- Luego de cinco meses de evadir la justicia, Lorenzo Cueto Guerrero se entregó a la jueza cuarta penal, quien en su momento emitiera una orden de aprehensión en su contra por el delito de homicidio en riña con carácter de provocado, al señalarlo de haber matado a puntapiés a su cuñado Pablo Mireles Cisneros, el pasado 24 de marzo del año en curso en el ejido La Unión, de este municipio.
María Isabel Garza Herrera, jueza cuarta de Primera Instancia del Ramo Penal, dijo que el inculpado se entregó en forma voluntaria la mañana de ayer, a fin de que se le procesara por el delito que se le imputa.
De acuerdo al proceso 046/2002, los hechos en los que perdiera la vida Mireles Cisneros, de 36 años de edad, con domicilio conocido en el poblado en mención, se registraron a las 01:30 horas a la salida de un antro, donde estuvieron libando toda la tarde y parte de la noche.
Todo inició cuando Cueto Guerrero, su cuñado Mireles Cisneros, Guillermo Pérez Ovalle y Pablo Calandreli, salieron de un bar donde estuvieron ingiriendo bebidas embriagantes, encaminándose a sus domicilios ubicados en el mismo ejido.
Al llegar a la altura del campo de beisbol, Lorenzo ofrece de una bolsa de papas fritas a Guillermo, quien toma varias de esas frituras y se las come, pero no le invita a Pablo.
Debido al alcohol consumido, lo anterior molesta a Pablo que reclama a Guillermo por tal acción y comienzan a discutir en una de las callejuelas del poblado, sin embargo, Lorenzo interviene para calmar la situación y es entonces cuando el occiso arremete en contra de su cuñado y se inicia el pleito verbal entre ellos.
En determinado momento y al calor de las copas, Lorenzo y Pablo empiezan a pelear a puñetazos y es cuando el occiso le profiere un recordatorio materno a su familiar político, quien monta en cólera, sobre todo debido a que hace apenas dos meses que falleciera su madre, y de esta manera la riña se hace más encarnizada.
El alcohol y los golpes hacen que Pablo Mireles Cisneros caiga al suelo, donde su atacante, lejos de dejarlo en paz sigue pegándole con los pies que calzaban botas vaqueras, en diferentes partes del cuerpo, pero principalmente en la cabeza, lo que hace que la víctima pierda el conocimiento.
Una vez que desquitó su coraje, Lorenzo, se retiró del lugar, dejando tras de sí a su cuñado tirado en el suelo, en donde es auxiliado por Guillermo Pérez Ovalle y Pablo Calandreli, quienes lo suben a una camioneta con la intención de llevarlo a su casa, pues pensaron que la golpiza no tenía serias consecuencias.
Pero a poca distancia, como a cien metros de la escuela primaria del lugar, el vehículo se queda sin gasolina y es cuando optan por llamar a la Cruz Roja, que arriba minutos después, pero no levanta al lesionado, pues ya había fallecido.
El detenido ayer por la tarde rendiría su declaración preparatoria y posteriormente, al finalizar el término constitucional, se le dictaría el auto de formal prisión o bien de soltura.