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Se recuerda el 351 aniversario del natalicio de Sor Juana

(Notimex).- Este martes se recuerda el 351 aniversario del natalicio de Sor Juana Inés de la Cruz, considerada la "Décima Musa", quien legó a la humanidad una profunda obra poética en la que ella misma se define como la buscadora de la verdad, y en la que se refleja su constante inquietud por entender el enigma de la existencia.

Juana Inés de Asbaje y Ramírez de Santillana nació el 12 de noviembre de 1651 en San Miguel de Nepantla, Amecameca; cambio su nombre por el de Sor Juana cuando se ordena como monja con las Carmelitas Descalzas en 1667. Mujer de belleza extraordinaria, como la llamara el poeta Arqueles Vela, Sor Juana se convierte en la más digna representante de la poesía mexicana; cultivó todos los temas, desde los profanos hasta los autobiográficos, pasando por los discretos y conceptuosos. Es además la representante del barroco en México y escribió romances y redondillas, décimas, glosas y sonetos, liras y silvas y los sagrados villancicos; también dos comedias, una de enredos, "Amor es más laberinto", de la cual dicen los críticos que tiene reminiscencias autobiográficas, y la otra al estilo de Calderón de la Barca: "Los empeños de una casa".

Contaba con una biblioteca de cuatro mil volúmenes para su uso personal; dominaba varias lenguas y se convirtió en una autoridad en teología, filosofía, astronomía, matemáticas, música pintura y otras disciplinas Hija de padre vasco y madre mexicana, Sor Juana alcanza en su obra, la mayor parte poética, tonos desconocidos de sus contemporáneos, en grado tal, que hay quienes piensan que ella, y Juan Ruiz de Alarcón, integran "la mayor gloria de México virreinal"; más aún: que únicamente por Sor Juana se salva la literatura del siglo XVII, que era cultivada por "poetas sin condiciones de cultura ni talento".

Su inteligencia se manifestó desde temprana edad, pues a los tres años ardía ya en deseos de saber leer y escribir; a los ocho compuso una loa al Santísimo Sacramento, y a los 17 domina --dice Karl Vossler-- "el difícil estilo culterano y está igualmente bien versada en todos los géneros y métricas de la literatura española". Con sólo veinte lecciones, que le dictó en bachiller Martín de Olivas, pudo dominar el latín con absoluta maestría. Su cultura, enciclopédica, era vastísima.

Religiosa desde los 17 años (inicialmente en el Convento de Santa Teresa la Antigua y posteriormente en el de San Jerónimo), en el claustro vio cristalizar la mayor parte de su obra. No obstante lo cual buena parte de ella tiene como motivos asuntos profanos. Tuvo a su cargo la Tesorería del Convento y declinó dos veces el puesto de Abadesa, que le fue ofrecido.

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ESTE MARTES SE/dos/ofrecido Juana de Asbaje, quien antes de profesar fue dama de la esposa del virrey Mancera, en plena madurez literaria criticó al P. Vieyra, portugués de origen, jesuita, y lo impugnó sosteniendo lo relativo a los límites entre lo humano y lo divino, entre el amor de Dios y el de los hombres, lo que dio motivo a que el Obispo de Puebla, Manuel Fernández de Santa Cruz (Sor Filotea), le escribiera pidiéndole que se alejara de las letras profanas y se dedicara por entero a la religión.

Sor Juana se defendió en una larga misiva autobiográfica, en la cual abogó por las derechos culturales de la mujer y afirmó su derecho a criticar y a impugnar el sermón del jesuita, pero obedeció y entregó para su venta los cuatro mil volúmenes de su biblioteca, sus útiles científicos y sus instrumentos musicales, para dedicar el producto de ellos a fines piadosos. Cuatro años mas tarde, atendiendo a sus hermanas enfermas de fiebre, se contagió y murió el 17 de abril de 1695.

Las obras de Sor Juana no se han editado completas. Algunas piezas: "Los Empeños de una Casa", "Sonetos", "Poesías Escogidas", "Autos Sacramentales", entre otros, han circulado intermitentemente, aisladas del grueso de su producción, algunos otros escritos se han perdido. Entre los poemas de Sor Juana Inés de la Cruz destacan especialmente: "Detente sombra", "Finjamos que soy feliz", "Redondillas", "Pues estoy condenada", "Esta tarde mi bien...", "Estos versos lector mio", "Ya que para despedirme", "Dime vencedor rapaz", "Este amoroso tormento", "Verde Embeleso" y "Cogiome sin prevención".

También "La sentencia del justo", "A una rosa", "Sentimientos de ausente", "Excusandome", "Amor inoportuno", "Oración traducida", "Nacimiento de Cristo", "Ante la ausencia", "Expresa los afectos", "Letras para cantar", "Teme que su afecto" y "Día de comunión".

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