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México, D.F.- El presidente Vicente Fox Quesada y su esposa, Marta Sahagún, firmaron ayer la tarjeta de donación voluntaria de órganos y tejidos, “con el convencimiento de que podemos convertir en motivo de esperanza y alegría un hecho doloroso y de que aún la muerte puede tener un sentido de vida”.
Durante la ceremonia conmemorativa de la semana nacional de donación y trasplante de órganos, en el salón Adolfo López Mateos de la residencia oficial de Los Pinos, Fox señaló que se trata de un acto de compromiso con la vida y solidaridad hacia nuestros semejantes.
El jefe del Ejecutivo Federal señaló que nada hay más valioso que la vida misma “y esto es lo que aquí estamos apoyando: la donación de órganos y tejidos para que una persona siga viviendo o mejore su calidad de vida”.
Mencionó que quienes donan sus órganos realizan un acto de altruismo y generosidad al ofrecer a otros una parte de sí mismos, y la donación constituye, además una expresión de libertad, pues las personas eligen voluntariamente, sin presiones.
Destacó que para su gobierno la salud es condición indispensable para una auténtica igualdad de oportunidades por lo que se impulsa la calidad y democratización para el acceso de todos los mexicanos a la atención en salud.
En el área de trasplantes, anotó, se impulsa una cruzada por la calidad de los servicios de salud involucrados y se fortalece la inversión en recursos humanos, investigación e infraestructura.
Destacó que gracias a un gran esfuerzo por parte de las instituciones de salud, mientras que en el año 2000 se realizaron 15 trasplantes de corazón, en el 2001 casi se duplicó la cifra.
Sostuvo que un incremento sustancial se dio también en el caso de trasplantes de hígado, que pasaron de 31 a 55, y los de hueso que en el 2000 fueron sólo 6 y en el 2001 más de 160.
El presidente Fox señaló que el 87 por ciento de todos los trasplantes realizados en México han beneficiado a personas de clase media o de escasos recursos y se han hecho en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), en el ISSSTE y los hospitales de la Secretaría de Salud.
Mencionó que, sin duda, los trasplantes de órganos y tejidos permiten resolver muchos problemas de salud, principalmente los crónico-degenerativos que se han incrementado en las últimas décadas y se calcula que al año se requieren siete mil riñones, 10 mil córneas, 500 hígados e igual número de corazones.
Indicó que en los últimos 5 años se han realizado en el país un promedio anual de tres mil 500 trasplantes de órganos y tejidos, pero más de ocho mil pacientes están en la lista de espera y necesitan nuestra ayuda, por lo que “todas y todos estamos moralmente obligados a promover una cultura de la donación, que es una cultura de vida”.