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México, D.F.- La embajadora designada de México en Cuba, Roberta Lajous Vargas, abrió paso a su ratificación en el Senado, con tareas de cabildeo que realizó personalmente.
Además, está lista para ser examinada, hoy por las comisiones de Relaciones Exteriores, un trámite previo a su protesta programada para mañana ante el pleno senatorial.
Obtener el boleto para La Habana, requerirá los oficios del embajador Gustavo Iruegas, subsecretario para América Latina y El Caribe, quien deberá exponer a los senadores un diagnóstico de las relaciones de México con Cuba.
Fernando Margáin Berlanga, presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores, evaluó la trayectoria de la embajadora Lajous Vargas y la consideró como un personaje reconocido a nivel mundial, por su desempeño en las misiones en que ha sido asignada.
Margáin, panista de Nuevo León, estableció que la representante de Vicente Fox ante el gobierno de Fidel Castro, tiene la talla diplomática para encabezar la misión en La Habana y llevar adelante las relaciones bilaterales, deterioradas en extremo, en el momento actual.
En los partidos de la oposición han criticado la forma en que acabó el periodo diplomático de Ricardo Pascoe y reclaman explicaciones a la Secretaría de Relaciones Exteriores, sobre la ausencia de una política de Estado. “Fue una comedia de vodevil”, dijo Dulce María Sauri, del Partido Revolucionario Institucional (PRI).
Durante más de un mes, la embajada en Cuba ha estado acéfala, primero porque Pascoe había sido llamado a Tlatelolco, para ser destituido luego de un “perdón” ofrecido ante los periodistas por el oficial mayor, Mauricio Toussent.
Los parlamentos de México y Cuba, a fines de septiembre invitaron a los gobiernos de los dos países a reiniciar sus diálogos políticos. El gobierno cubano habría dado su beneplácito a la designación de Lajous, como expresión a favor de una vuelta a los contactos gubernamentales.
Marco Antonio Adame, senador del Partido Acción Nacional (PAN) e integrante de la Comisión de Relaciones Exteriores para América Latina y El Caribe, dijo que el nombramiento de embajador debe ser el inicio de nueva etapa en la relación bilateral, constructiva, adecuada para identificar el intercambio comercial, cultural, educativo.
Es necesario, dijo, “gestar una relación equitativa con la isla”, y al efecto embajador designado debe tener capacidad para desarrollar relaciones institucionales, “en un entorno de reconstrucción”.
Las relaciones están en un punto delicado, diagnosticó Adame, uno de los integrantes de la delegación parlamentaria mexicana, que se reunió en La Habana, con legisladores cubanos, hace tres semanas.
Planteó que la política exterior es responsabilidad del Ejecutivo, cuyo desempeño está a la vista de un Senado que cumple su responsabilidad constitucional, con una abierta disposición al diálogo entre poderes.
“La reunión de este lunes, primero con Iruegas y en segundo término con la embajadora Lajous, busca contribuir a una mejor definición de la política hacia La Habana”.
De Iruegas es de esperarse una exposición que defina la relación política respecto a Cuba, y una apertura para el intercambio de los puntos de vista de los legisladores. Ahí caben todas las exposiciones.
Los legisladores que examinen a Lajous, en la misma reunión interrogarán al nuevo embajador ante el gobierno de Costa Rica, Ricardo García Cervantes, quien pidió licencia para separase del cargo de diputado federal.
Dijo que el dictamen al expediente de Lajous Vargas será el ordinario que se estila en estos casos, con lo cual queda descartado que el Senado envíe un mensaje especial a los gobiernos de México y Cuba.
“No podemos sobredimensionar el proceso de las relaciones bilaterales”, dijo Adame. El dictamen no llevará más de lo que impone la comparecencia de la embajadora, pues “nos interesa que se abra una relación institucional y equitativa”.
En el pasado ha habido momentos extra institucionales, de coyuntura, de posiciones ideológicas, que no son deseables en el futuro de la relación, remarcó el legislador del PAN.
Respecto de que los nuevos embajadores deben pasar por la ratificación del Senado, peor una vez que son removidos, no se han establecidos mecanismos para ser informados del papel realizado por los diplomáticos, dijo que son deseables mejores y más amplios espacios de comunicación.