TORREÓN, COAH.- Jesús Montoya Infante, “El Toro”, acusado de haber dado muerte a balazos a dos meseros en agosto de 2001, fue sentenciado a 21 años y 4 meses de cárcel por la jueza tercera penal, María Luisa Valencia García, luego de haber reclasificado el delito de homicidio calificado a homicidio simple doloso.
De 35 años de edad, con domicilio en calle Espacio Central No. 321 de la colonia Valle Dorado, Montoya Infante pasará más de 21 años en prisión, luego que ultimara de varios disparos a Sergio Gregorio Meza Frausto, de 17 años y Rafael Guadalupe Ibarra González, de 22 años.
Tras analizar el expediente, Valencia García optó por reclasificar el delito de homicidio calificado a homicidio simple doloso porque la agresión no fue en riña, ya que ésta ya había acabado y el culpable estaba bajo un estado alterado que impide la reflexión para considerar el crimen de manera intencional, ya que cuando disparó lo hizo sin apuntar a nadie en especial.
Señaló que los hechos en los que perdieron la vida Meza Frausto e Ibarra González, se registraron el 12 de agosto de 2001, cuando Montoya Infante regresó a “La Rueda”, luego que se le desalojó por escandalizar en su interior.
“El Toro” fue detenido el mes de octubre del año pasado, tras la captura de uno de sus “empleados” que distribuían droga en las colonias del sector poniente de la ciudad.
Relacionado con el narcomenudeo
Desde antes que se viera involucrado en el doble homicidio de los meseros de “La Rueda”, “El Toro”, ya era conocido en el ambiente policíaco como uno de los principales distribuidores de droga en la localidad, a grado tal que controlaba a un sinnúmero de “puchadores” que “movían” la mercancía en la mayor parte de las colonias del sector poniente.
Tras la captura de Jesús Montoya Infante, en octubre de 2001, por parte de elementos del Grupo Alfa de la Policía Ministerial, se menciona a “El Vicky”, como la persona que lo suplió y ahora se encarga de la venta de cocaína, mariguana y heroína, en colonias como la Miguel Hidalgo, La Constancia, San Joaquín, Cerro de la Cruz, Aquiles Serdán, 20 de Noviembre, Nueva Rosita, entre muchas otras.
Meses antes que ultimara a los dos meseros, Montoya Infante fue baleado por una de sus sobrinas, Isis López Montoya, presuntamente con quien se disputaba el control del mercado de los enervantes. Hasta el momento, la Policía Ministerial no ha cumplimentado la orden de aprehensión en contra de la responsable, por el delito de tentativa de homicidio.
“El Toro” fue detenido por agentes del Grupo Alfa, luego de una intensa labor de investigación en la cual se capturó primero a uno de sus “puchadores”, quien proporcionó la información necesaria para la localización de “su jefe”, a quien señaló como uno de los principales distribuidores de droga en la ciudad.
Fue en octubre cuando finalmente Montoya Infante fue detenido.
Los hechos
El 12 de agosto de 2001, Jesús Montoya Infante, luego de una larga juerga, decidió ver el ambiente que imperaba en el bar “La Rueda”, por lo que acudió al mencionado antro ubicado en calle Múzquiz No. 353 sur.
De inmediato, haciendo alarde de influyentismo y prepotencia, “El Toro” asumió una actitud altanera para con los empleados del lugar, con quienes salió de pleito, incluso con el hijo del propietario.
Al momento de entrar, lo quiso hacer sin antes pagar la entrada, por lo que le fue exigido el importe correspondiente por parte de los empleados que ahí se hallaban. Esto causó el enojo de Jesús que arrojó un billete de $200.00 pesos a quien estaba cobrando.
Tras una breve discusión y luego de reintegrarle su cambio, se dispuso a sentarse en una de las mesas, pero en el trayecto topó con uno de los meseros quien lo recriminó y comenzó a insultarlo, además de propinarle varios empellones a fin de provocarlo para iniciar una pelea.
Al ver lo anterior, el encargado del negocio ordenó que el escandaloso fuera desalojado, lo que tampoco le pareció a “El Toro”, ya que argumentó que había pagado su acceso.
Esto no fue problema, pues a fin de que se fuera se le devolvió el importe, y al no tener otro pretexto se retiró del sitio, no sin antes amenazar a todos los ahí presentes, pues “no sabían con quién se habían metido”.
Veinte minutos después, alrededor de las 00:20 horas, Montoya Infante regresó y de nueva cuenta intentó entrar al antro, pero varios empleados se lo impidieron y esto fue el motivo que esperaba para sacar la pistola y comenzar a hacer disparos.
Sergio Gregorio Meza Frausto fue el primero en recibir una bala en el pecho que minutos después le costó la vida, en tanto que Rafael Guadalupe Ibarra González, quien no tenía nada qué ver en esa situación, también fue herido mortalmente por “El Toro”.
Una vez cometido el doble crimen, el presunto traficante de drogas huyó del lugar de los hechos con rumbo desconocido.
Poco después de dos meses, el 23 de octubre de 2001, fue detenido por elementos del Alfa, tras ser delatado por uno de sus “puchadores” al que se detuvo días antes con cocaína y un arma de fuego de grueso calibre.