TORREÓN, COAH.- Al encontrarlo culpable de la muerte de su primo Gabriel Hernández Heredia, al que mató de un balazo al reñir por un “carrujo” de mariguana, Alejandro Hernández Parga, alias “El Munra”, fue sentenciado a 11 años y 6 meses de prisión por el juez segundo del Ramo Penal, Pedro Limón Hernández.
Asimismo, a Pedro Hernández López se le impuso una pena de 1 año, 9 meses y 11 días de cárcel, por su participación en la inhumación clandestina y haber despojado de un anillo de oro al occiso, sin embargo, alcanzó beneficio, por lo que en breve recobrará su libertad.
Limón Hernández recordó que los hechos en los que perdiera la vida Gabriel Hernández Heredia, ocurrieron el 26 de enero del presente año como a las 15:30 horas, en el lecho seco del río Nazas, cuando “El Munra” y su primo Gabriel, fueron a cazar liebres y conejos a ese lugar.
Momentos antes, estuvieron en casa de Pedro, donde los tres fumaron mariguana y luego reanudaron su camino.
Fue en ese trayecto cuando el hoy occiso le pide a “El Munra” que comparta del cigarrillo del enervante que aún llevaba, solicitud que fue denegada, por lo que comenzaron a discutir por la posesión del “carrujo”.
Hernández Parga, quien portaba el rifle, molesto por el reclamo, para él injustificado de su familiar, en un arrebato de furia, encañonó a Gabriel y le hizo un disparo a corta distancia, acertándole en pleno rostro.
Al ver lo que había hecho, se asustó y huyó del lugar, pero antes ocultó el cuerpo entre unos arbustos.
Esa misma noche acudió con su otro primo Pedro, a quien le contó lo ocurrido y ambos se pusieron de acuerdo para regresar hasta donde estaba el cadáver para darle sepultura, pues por los lazos de sangre, “se le hizo feo que se lo fueran a comer los animales”.
Alejando y Pedro llegaron a la mañana siguiente para llevar el cuerpo sin vida de Gabriel y meterlo en una grieta que estaba a las márgenes del lecho seco del río Nazas, por el rumbo del ejido La Ventana, Coah., municipio de Matamoros, cubriéndolo con piedras.
Sin embargo, la codicia hizo mella en Pedro, que al ver un anillo de oro que traía su primo fallecido y como “ya no le iba a servir”, decidió quitárselo y después regresaron a su domicilio.
Días después, elementos de la Policía Ministerial alertados por la denuncia de desaparición que hizo el padre del occiso y luego que se les indicó que la última vez se le vio en compañía de “El Munra”, iniciaron la investigación logrando así la confesión del ahora convicto.
El juez segundo penal, consideró que existían los elementos de prueba suficientes para dictar su sentencia, aplicando así 11 años y 6 meses para Hernández Parga, por el delito de homicidio.