Agencias
Barcelona, España.- La megaestrella colombiana Shakira, que mostró todas sus cualidades tanto en la interpretación del rock como de música latinas, fue aclamada por unos 18 mil entusiastas seguidores congregados en el modernísimo Palau San Jordi de Barcelona para asistir a su único concierto en España.
Enmarcado en su actual gira mundial, bajo el llamativo título de La Gira de la Mangosta, el único animal “capaz de doblegar a una cobra porque es inmune a su veneno”, según la propia Shakira, el concierto barcelonés de esta cantante de 25 años, fue también el primero que realiza en Europa.
De entrada, la cantante nacida en Barranquilla (norte de Colombia), hija de un sirio y una catalana, conquistó al público juvenil, que había desafiado una fuerte tormenta que obligó a suspender el partido FC Barcelona Newcastle, con un: “jo també tinc sang catalana” (yo también tengo sangre catalana).
Luciendo un vestuario variado y renovado permanentemente, Shakira arrancó con 45 minutos de retraso, esta vez por el público que no acababa de llegar debido a la lluvia y los atascos de tráfico.
Ante un público que coreó todas sus canciones, Shakira interpretó 18 temas, incluidos la mayor parte de sus grandes éxitos, como Estoy Aquí, Inevitable, Underneath Your Clothes y Whenever, Wherever, con el que concluyó su actuación, desde una grúa gigante.
Pero la pasión multicolor de los jóvenes asistentes se encendió con Si te Vas, The One y Ciega y Sordomuda.
Mucho entusiasmo despertó Octavo Día, que aprovechó para lanzar un mensaje pacifista muy celebrado, mientras los integrantes del grupo tocaban con máscaras de Fidel Castro y Tony Blair y en las pantallas gigantes se veían muñecos de Sadam Hussein y George W. Bush jugando al ajedrez.
“De política no quiero hablar; prefiero hablar de amor. A ambos líderes les hace falta amor”, espetó mientras en la pantalla se veía volar una paloma blanca.
Amén de exaltar toda esta simbología con un auténtico arte en sus movimientos sobre el escenario, la cantante colombiana alternó temas en español y en inglés, y combinó pases de canciones de ritmos latinos con baladas, pero lanzándose de pleno también en el rock con Dude Looks Like a Lady; el heavy metal en Back in Black, e incluso en el reggae con Un poco de Amor.
Shakira apareció sobre el escenario junto a una serpiente cobra gigante y lo terminó desde una grúa a más de tres metros del suelo; además de cantar, tocó la armónica, la guitarra y la batería, en medio de un show espectacular, en el que se cuidaron todos los detalles como corresponde a las mejores superproducciones internacionales.
La gira empezó el 8 de noviembre pasado en la ciudad estadounidense de San Diego y, tras 14 conciertos en ese país, y su debut europeo, continuará el 12 de diciembre en Colonia (Alemania) y el 16 en Londres.
Nacida en Barranquilla (Colombia) hace 25 años, Shakira ha vendido 17 millones de copias de sus discos en todo el mundo, de ellos nueve millones de Servicio de Lavandería.
El espectáculo cuenta con un escenario de 350 metros cuadrados, que incluye pasarelas laterales entre el público, 35,000 kilos de material colgado del techo, 280,000 vatios de luz y sonido, más de 130 personas involucradas en el montaje y diez camiones y siete autobuses para trasladar a todo el personal.