NUEVA YORK, ESTADOS UNIDOS.- Energética y polifacética, Shakira eligió el Madison Square Garden para cantar, bailar y tocar lo inimaginable, así como cumplir un sueño de niña de venir a Nueva York con un mensaje de paz y amor para sus 14,000 seguidores.
Fueron dos horas intensas las que entregó el miércoles por la noche la artista colombiana. Absolutamente completas.
De música -todos los ritmos y estilos, tanto en español como en inglés-, de baile -con sus sugestivos movimientos de caderas - e incluso de mensaje, pues no evitó el tema de la guerra con Irak y quiso pasar por la Gran Manzana hablando de algo más que amor.
Durante la interpretación de "Octavo Día", que ella misma escribió hace años, se proyectó un crudo vídeo en blanco y negro en el que se mostraba a dos marionetas con cara de George Bush y Sadam Husein jugando en un tablero de ajedrez.
En el video, mientras avanza la partida, las piezas se convertían en mísiles o pozos de petróleo, y los políticos perdían poco a poco el control de ellos mismos.
Al final se mostraba que los dos muñecos estaban siendo dominados siniestramente por una especie de fantasma con cara de muerte, para terminar con la imagen de una paloma blanca a cámara lenta en medio de la apoteosis musical y los aplausos de la audiencia.
"Hoy no quiero hablar de política, ni de políticos -declaró en inglés Shakira desde una de las pasarelas del escenario en un momento de la canción- quiero hablar de amor, de felicidad...".
Explosiones, confites, luces, acompañaron a una Shakira que inició el espectáculo apareciendo desde una serpiente cobra gigante y cantando "Ojos Así" al son de sus caderas y lo terminó desde una grúa a más de tres metros de altura en medio del griterío.
Si alguien tenía dudas del talento artístico de la colombiana, el "Tour de la Mangosta", que llegará a España y otros países de Europa a principios del próximo mes, es la mejor prueba para desmentirlo y demostrar que Shakira no es un producto de estudio, sino "un animal musical".
Tocó la armónica, la batería, la guitarra, cantó baladas, rock and roll, blues y reggae. No escondió su español, como han hecho otros cantantes latinos que buscan el éxito en el mercado anglo, pero tampoco decepcionó a sus admiradores en inglés.
A gritos de Colombia-Colombia, el abarrotado Madison Square Garden se entregó sin discusión. Ya fuera cuando cantó éxitos en español como "Estoy Aquí", o en inglés como "Fool", de su primer CD en este idioma, "Laundry Service" (2001), su carta de presentación en EEUU.
Descalza durante todo el espectáculo, Shakira mostró su versatilidad musical, así como su larga y rubia cabellera que, con frecuencia, se reveló como el mejor exponente de su exuberancia de una noche de buen rock and roll de una artista claramente multidimensional y decidida a no ser una "estrella" efímera.
El concierto pareció en muchas fases una clase didáctica, al proyectarse videos en los que, por ejemplo, se afirmaba que el rock and roll no ha muerto o mensajes al estilo de los carteles del cine mudo antiguo, donde se afirmaba que la vida es como una canción y lo mejor que se puede hacer es cantarla.
Un público mayoritariamente latino acompañó a Shakira en "Si te Vas", "Ciega Sordomuda", "Un Poco de Amor" y el clásico que levantó al Madison, "Inevitable"; mientras que sus fans anglos la siguieron en "Dude Looks Like a Lady", "Rules" y el popular "Underneath your Clothes".
Shakira fue una incansable ráfaga de optimismo que se llevaron todos los que anoche fueron a verla, y a los que dejó marchar sólo después de obsequiarles con un último vídeo en el que la mangosta vence a la villana cobra, y un deseo que quedó escrito en las pantallas de vídeo al apagarse la música. “Muerde el cuello de los que buscan el odio".
¿Y qué es lo que le falta por conseguir a esta colombiana universal?
"No soy de esas a las que les gusta estar rodeada de celebridades y llevar ropa de diseñadores. Me gustaría tener una finca con caballos, y allí plantaría tomates y cebollas. Esas son las cosas con las que sueño", dice. Antes, sin embargo, debe conquistar el mundo.
El "Tour de la Mangosta" seguirá por Estados Unidos hasta el 2 de diciembre, cuando actuará en Miami, y continuará en Europa con shows en Barcelona, Colonia y Londres, el 10, 12 y 16 de diciembre, respectivamente.
¡QUÉ NOCHE!
Fuegos artificiales en el escenario, danzas con el ombligo al aire debajo de una cabeza de serpiente gigante y un rock impecable: La colombiana Shakira sedujo la noche del miércoles con sus encantos al público del Madison Square Garden de Nueva York.
-Shakira Isabel Mebarak Ripoll, de 25 años, nunca se imaginó de pequeña que algún día teñiría su melena oscura de rubio. Pero la artista se desenvuelve con soltura entre los fans en éxtasis, las numerosas portadas que ocupan su rostro, sus frecuentes apariciones televisivas y la masa de fotógrafos que la persigue.
-Aún cuando en Estados Unidos y el resto del mundo parece que Shakira hubiera nacido de la nada como estrella mundial con su disco en inglés Laundry Service, que vendió nueve millones de copias, en Latinoamérica es popular desde que tenía 13 años y firmó su primer contrato discográfico con Sony Music para grabar "Magia".
-El disco Pies Descalzos la convirtió en megaestrella del mundo de habla hispana, y su cuarto álbum, ¿Dónde Están los Ladrones?, que vendió 3.6 millones de copias, le valió un Grammy tradicional, dos Grammy latinos y reconocimiento internacional.
-Pero recién con el disco del crossover Laundry Service, en el que la mitad de las canciones están cantadas en inglés, logró el gran éxito internacional.
-Además de obtener tres discos de platino sólo en Estados Unidos y en Australia, ganó cinco premios MTV Video Music Awards en la reciente entrega en Miami de la versión latina de esos galardones.
-Sus hits "Whenever, Wherever" y "Underneath Your Clothes" ocuparon los primeros lugares de los charts en numerosos países.
-Con una mezcla de ritmos latinos, rock clásico e influencias árabes, Shakira encontró un estilo muy personal. Sus modelos son bandas británicas como The Cure, The Police, los Rolling Stones o Led Zeppelin. Con ayuda de Terry Manning, que ya trabajó con AC/DC, Led Zeppelin y Lenny Kravitz, realizó los arreglos a su música.
FUENTE: Agencias.