Torreón, Coah.- ?La medicina es mi esposa con papeles como decía Chejov (renovador del teatro contemporáneo) pero mi amante es la escena?, esto significa el teatro para Gerardo Moscoso, doctor titulado, actor de cine y actualmente director.
Gerardo Moscoso comenta que el teatro universitario es de aficionados mientras que el profesional es de gente que trabaja y vive de ello, por lo tanto, ambos fijan toda su atención a la actividad de las artes escénicas, aspecto que no es parte de los demás tipos de teatro amateur.
?El teatro universitario no es valorado de la misma manera que el independiente, no se llevan a cabo los mismos mecanismos de producción. Además en Coahuila no se maneja este tipo de teatro como en las grandes urbes, por lo tanto no hay facultad de artes escénicas donde el actor pueda mostrar su oficio?.
A pesar de que en los ensayos del taller de la Ibero se invierten meses y horas de trabajo, rigor y esfuerzo adicional al cotidiano para poder alcanzar un nivel digno en el escenario, los jóvenes actores no tienen la oportunidad de hacer temporadas, pues sólo se limitan a tres o cuatro presentaciones por semestre.
La Comarca Lagunera no cuenta con suficientes espacios para exhibir teatro universitario. Los festivales de teatro son una vez al año y las instituciones de cultura no han mostrado interés por abrir espacios.
?Lamentablemente como taller no podemos tener todas las presentaciones que quisiéramos, además de que los chavos son estudiantes y las temporadas limitarían sus actividades escolares, sumando esto a que no existe un espacio específicamente para el teatro ni tradición de temporadas dentro de la universidad?, comenta.
En 1968, Gerardo Moscoso se inició en el mágico mundo del teatro cuando formó un grupo en España. Actualmente es el director del taller de Teatro de la Universidad Iberoamericana Laguna.
Cuenta con una larga trayectoria como actor y director, aspecto que lo motivó aceptar la dirección del taller de la Ibero, pues no se considera un director improvisado ya que sus estudios de dirección escénica se basaron en conocimientos adquiridos a través de los mejores maestros de México.
Ver al grupo en el escenario representando obras de Valle Inclán, Moliere o Tenneesy Williams es el mayor disfrute y goce para el maestro Gerardo como director.
Los integrantes del grupo, aprenden y se enriquecen a través de los grandes textos de la dramaturgia universal, trabajan en un análisis y contextualización que los hace crecer como personas e integrarse, estimulando la imaginación, disciplina, crítica reflexiva y compañerismo.
Las limitaciones que Gerardo Moscoso encuentra como director de teatro universitario son: un espacio fijo que se acomode a las necesidades del taller, los horarios y la diversidad de carreras de las que los estudiantes son parte, pues es difícil acordar el día y tiempo de los ensayos.
?El teatro de la Ibero se caracteriza por ser comprometido con la realidad que nos toca vivir, y donde los valores humanos son el centro y fuerza de las propuestas, a pesar de que generalmente la gente acude ver a las obras de teatro comerciales aunque la calidad sea pésima, pues en nuestra región hay poca difusión de este arte?.
?Por lo tanto La señora presidenta siempre tendrá más éxito que Hamlet por citar un ejemplo?, comenta el director.
?El teatro universitario pasa sin pena ni gloria, la gente no esta receptiva a este tipo de propuestas porque generalmente salvo raras excepciones, él público lo cataloga como un teatro aburrido, decadente, falto de imaginación y carente de calidad, esto hace que se alejen más y sólo sea presenciado por los familiares y cuates de los actores universitarios, tal y como si fuera el festival del día de las madres?, dice el maestro de la Ibero.