Sin pena ni gloria transcurrió la Nueva Feria del Juguete, con ventas muy por debajo de lo esperado y con una afluencia raquítica de visitantes a las instalaciones de las Fiestas de la Ciudad, que dieron cabida a esta romería navideña, pese a las campañas de publicidad, los ganchos de espectáculos y otros atractivos que diseñó la Presidencia Municipal a través de la Comisión de Actividades Económicas del Ayuntamiento.
Desde el jueves, al menos 100 comerciantes abandonaron definitivamente la vendimia navideña, ante el nulo repunte de las ventas y prefirieron regresar sus mercancías a sus puestos de origen en el ex Cuartel Juárez, Plazuela Baca Ortiz y en el Mercado Gómez Palacio, mientras que unos 500 más determinaron cerrar hasta el último día, con la esperanza de sacar sus existencias en juguetes y ropa.
Como se sabe, la Presidencia Municipal determinó la reubicación de la romería decembrina que se celebraba tradicionalmente en distintos puntos de la vía pública, a las instalaciones de la Feria de la Ciudad, del 16 al 31 de diciembre, y aunque el proyecto se tambaleó por la invasión momentánea de la calle por parte de locatarios del Mercado Gómez Palacio y comerciantes del ex Cuartel, finalmente se cumplió el resolutivo del Cabildo.
Entrevistado sobre el particular, Pedro Coyac Zicamitzin, uno de los principales promotores de la Feria del Juguete en la vía pública en años anteriores, destacó que las ventas no se acercaron ni siquiera a lo mínimo esperado por los ambulantes que se acogieron al proyecto de la Presidencia Municipal.
Reconoció que se aceptó la reubicación por cuestiones de respeto y acuerdos con las autoridades de la administración municipal y los regidores de la Comisión de Actividades Económicas, sin embargo, desde un principio era evidente el fracaso de este proyecto.
Detenido por elementos de Policía Preventiva, luego de que fue considerado autor intelectual de la invasión de la calle Pasteur y Baca Ortiz, el viernes 20 de los corrientes, por un grupo de comerciantes del ex Cuartel Juárez, Coyac Zicamitzin reconoció que el alcalde José Rosas Aispuro Torres les “leyó la cartilla” y que el acuerdo era mantenerse en las instalaciones de las Fiestas de la Ciudad, pese a las bajas ventas.
Por su parte, Elba Tinoco, gerente de la Nueva Feria de la Navidad, asintió que no se registró la afluencia de visitantes como se espera, pese a los espectáculos y otros atractivos que se instalaron, pero esta situación más que relacionada con un aspecto de organización o planeación, tiene que ver con la complicada situación económica de las familias, acotó.
La contadora Tinoco, como la llaman los comerciantes de las distintas organizaciones, destacó que la Presidencia Municipal y el equipo organizador cumplieron con lo prometido; sin embargo, finalmente reconoció que hubo poco afluencia de consumidores.