Torreón, Coah.- Al salir de La Academia Raúl se encontró con la sorpresa de que María Inés no quería nada con él, pero eso no creó rencor alguno en el mexicalense, al contrario... lo acepta y respeta.
Sencillo en extremo y con el sueño de promover el género ranchero, Raúl Sandoval de la Torre pidió a toda la gente que apreciara a la verdadera María Inés y no se deje llevar por lo que pasó adentro con él, ?Ella es una muchacha muy especial, con valores y que sabe aceptar sus faltas?.
Mientras se dirigía al hotel donde es hospedado, Raúl dijo a los lectores de El Siglo de Torreón encontrarse muy bien y estar en otra etapa de su vida, la cual está disfrutando mucho.
No tiene resentimiento alguno por haber salido a estas alturas de La Academia, ?Dios sabe por qué hace las cosas, ya habrá otras oportunidades, ahí no se acaba... voy a seguirle buscando?, tampoco está enojado con su güera querida, de quien no esperaba recibir la noticia de que no quería nada con él.
?No esperaba que fuera a decir que no estaba enamorada de mí, pero siempre le dije que si llegaba a sentir o decir eso yo estaba dispuesto a aceptarlo?.
Raúl declaró que en ningún momento le fue difícil admitir que sentía algo por la tapatía, esto a pesar de que tenía novia, ya que fue algo que salió del corazón y lo aceptó como venía.
?Eso es algo que aprendí en La Academia, a raíz de esto me considero más flexible, ya veo que todos somos humanos y tenemos derecho a fallar y corregir las cosas, es decir, aceptar que nos equivocamos?.
Este joven talento aún no ha tenido la oportunidad de hablar con Laura, su todavía novia, pues quiere hacerlo personalmente y no por teléfono. Aún desconoce cuándo se dará esa conversación ya que la agenda que tiene que cumplir es muy apretada, ?pero en la primera oportunidad que vaya a Mexicali, voy a hablar con ella?.
Antes de entrar al reality show, Raúl era muy ?vago?, por eso le costó algo de trabajo estar encerrado por tanto tiempo. ?Creo que todos tuvimos momentos de desesperación, cuando me sucedía trataba de ponerme a leer un poco. Gracias a eso me hice del hábito de la lectura, también supe concentrarme en lo que estaba haciendo y aprendí a tolerar?.
Casi al terminar, Raúl hizo hincapié que llega un momento en el que los alumnos se acostumbran tanto a las cámaras que olvidan que están allí, y por supuesto que a él le sucedió. Un día los aparatos captaron el momento en que el chico se vestía.
?Se me olvidaba que había cámaras, te acostumbras y de repente llegas a perder la vergüenza. Ahora que salí me dijeron que hubo una ocasión en la que aparecí totalmente desnudo, yo no me acuerdo, pero no tengo problemas con ello, en mi familia no hay muchas inhibiciones, siempre me inculcaron cosas muy buenas sobre eso?, concluyó.