El síndico municipal, Pedro Ávila Nevárez, solicitó formalmente al presidente municipal, José Rosas Aispuro Torres, que en uso de las facultades que le otorga la Ley Orgánica del Municipio Libre, no aplique las reformas al Reglamento de Tránsito Municipal, relativas a la infracción que se aplicará a los conductores de vehículo que permitan que en su interior, se consuman bebidas con contenido alcohólico o algún tipo de droga.
Expresó que el principal argumento para esa solicitud es que ha generado polémica e inconformidad de parte de la sociedad duranguense, equiparable a lo sucedido con las acciones de la operación grúa, que considera que se trata de una medida ilegal y arbitraria, que dará pie a excesos y abusos por parte de agentes de Tránsito.
Dijo que resulta preocupante que el Alcalde permita la entrada en vigor de esa disposición, pues propiciará un incremento en los actos de corrupción en los que participen directamente los elementos de Vialidad, puesto que con esa reforma los agentes tendrán la libertad de detener los vehículos de servicio público como privado para infraccionar a su antojo, por el simple hecho de transportar a una persona en estado de ebriedad.
Ávila Nevárez destacó que desgraciadamente ante la falta de criterio de muchos de los agentes de Tránsito, la citada reforma será un buen argumento para infraccionar, pero también para promover los actos de corrupción, con el cobro de “mordidas” a los choferes, so pretexto de infraccionarlos.
Apuntó que si bien es cierto la reforma tiene justificación de carácter social, es evidente que en la práctica ese propósito se puede desvirtuar ante la experiencia de los excesos cometidos con las acciones de la operación grúa. Anotó que aunado a lo anterior, ha crecido la polémica e inconformidad no sólo al interior del Congreso del Estado sino en los diferentes sectores de la sociedad capitalina.
Con base en ello, recomendó al alcalde Aispuro Torres desistirse de aplicar la infracción a conductores que permitan que sus acompañantes ingieran bebidas embriagantes al interior de los vehículos. Reiteró que esa disposición es contraria al pueblo Durango, al margen de la fundación jurídica que se discute en la actualidad, por lo que de no dar marcha atrás a esa reforma, entonces la ciudadanía se echará en contra del Ayuntamiento.