Torreón, Coah.- Suena el despertador, son las 7:30 a.m., hora de levantarse. Erika abre los ojos y lo primero que piensa es prender la radio.
“¡Buenos días Comarca Lagunera! ¿Cómo amaneció mi gente?” (...) “no le cambies, vamos a unos comerciales”.
Los locutores, seres sin rostro que forman parte de la vida de sus radioescuchas. Generalmente son guapos … bueno, así los imagina la gente. Esos hombres y mujeres que contagian su ánimo, informan y ayudan a la sociedad, hoy están festejando su día.
No ganan bien, al contrario de lo que muchos piensan.
-“Existen gran cantidad de personas que tienen la inquietud de ser locutores, pero cuando se dan cuenta de que el oficio es mal pagado se desilusionan, pero por el contrario, existimos unos masoquistas, ejemplo de ello es Antonio Silva Alvarado, quien por 55 años ha sido locutor de XEBP La bonita”, platica Filiberto Pérez, conductor de La invasora.
Ahora sólo desfiguran el idioma
Don Antonio Silva, mejor conocido como “El locutor que canta” aún recuerda sus inicios en la radio, aquellos tiempos en que los anuncios publicitarios eran leídos en vivo y cuando las estaciones contaban con sus teatro estudios donde transmitían programas como Haciendo el bien sin ver a quien y Buscando chamba.
“Antes, en todos los programas había un representante de la Secretaría de Gobernación, vigilaba que todo estuviera bien y no se faltara el respeto al auditorio ni a otras personalidades. Ahora la radio es muy precipitada y los locutores desfiguran el idioma, a mí no me gusta que digan ahí les va una rola, tampoco que se metan en la intimidad de la gente”, dice.
Debe haber más rigor
Quienes se iniciaron hace tiempo en la locución están conscientes que los tiempos no son los mismos, pero también piensan que los conductores actuales deberían ser tratados con el mismo rigor que utilizaron con ellos, sobre todo para adquirir sus licencias de locutores.
“Antes, para poder ser locutor, teníamos que ir a la ciudad de México a presentar un examen. Hace 17 años hice el mío, nos ponían pruebas de cultura general, historia de México, literatura, historia universal, redacción, pronunciación de palabras extranjeras (inglés, alemán, portugués, italiano, francés) y la ley federal de radio y televisión entre muchas cosas.
El examen se dividía en dos partes; el escrito duraba cerca de 4 horas, si lo pasabas, al día siguiente presentabas una prueba de cabina que consistía en improvisar un noticiero desde entradas y salidas, comerciales y las diferentes secciones … el jurado estaba compuesto por 4 o 5 locutores de renombre. Era una experiencia muy bonita”, dijo Carlos Ortiz Guevara, locutor de Radio Ranchito.
El anonimato es lo mejor
Por otro lado, para Adolfo Fernández, locutor y gerente de Estéreo Joya, permanecer en total anonimato es de suma importancia. “Prefiero que la gente tenga la imagen que desea de mí, nunca verán mi fotografía, muchas personas me han dicho estar enamoradas de mi voz, y quisiera que siguieran así”.
Sacrificio
El sacrificio también es parte de la vida de los locutores. Adriana Vázquez Marín, conductora de Radio Ranchito, asegura que ellos también son personas, tienen problemas y tienen que fingir ante su auditorio que están bien.
“En ciertos momentos tenemos que aparentar que estamos bien, somos como los artistas, que aunque se sientan mal deben seguir con el espectáculo.
A mí me ha pasado cuando estoy en cabina que tengo que estar lo más contenta posible y por dentro tengo un dolor muy grande. Desgraciadamente perdí a dos personas, estaba mal, pero nadie debía notarlo”, contó.
Nuevos tiempos… menos respeto
Mony Monroy, locutor de Grupo Radio Estéreo Mayrán, se siente muy molesto por el comportamiento que tienen algunos de sus colegas ante los micrófonos. “Me enoja demasiado que haya gente que utilice palabras grotescas al aire; eso de rola, chido, vato nos denigra totalmente a los locutores, también me disgusta que haya quienes agreden a la gente.
En la estación donde trabajo jamás se utilizan palabras altisonantes, se respeta mucho al auditorio”.
Lo único cierto, es que la radio es un “monstruo dormido” y el único medio que al estarlo escuchando, se pueden hacer muchas cosas sin distraerse, y aunque pasen los años y surjan nuevos métodos para la comunicación, la radio seguirá viviendo.
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Para saber más
Adolfo López Mateos, en sus años de estudiante, trabajó como locutor. Fue él quien en la década de los 60, cuando fue nombrado Presidente de la República, instituyó el 14 de septiembre como Día del locutor.
-Cómo conseguir una licencia de locutor
Actualmente las personas que deseen ser locutores se les da fácilmente, sólo tienen que presentarse en una estación de radio, hacer prácticas –y si le gustan a la empresa- ella dirige una carta a la Secretaría de Educación Pública pidiendo que se le expida la credencial. Cualquiera la puede conseguir, incluso quienes carezcan de estudios profesionales.
-Ley Federal de Radio Y Televisión
Publicado en el Diario Oficial de la Federación el 19 de Enero de 1960. Dentro de los artículos que componen la Ley de Radio y Televisión, existe un apartado que habla exclusivamente de los locutores, mismos que deben ser respetados por quienes deseen serlo y por los dueños de la estación.
Capítulo Quinto. De los Locutores
Artículo 84.- En las transmisiones de las difusoras solamente podrán laborar los locutores que cuenten con certificado de aptitud.
Artículo 85.- Sólo los locutores mexicanos podrán trabajar en las estaciones de radio y televisión. En casos especiales la Secretaría de Gobernación podrá autorizar a extranjero para que actúen transitoriamente.
Artículo 86.- Los locutores serán de dos categorías: “A” y “B”. Los locutores de la categoría “A” deberán comprobar que han terminado sus estudios de bachillerato o sus equivalentes, y los de categoría “B”, los estudios de enseñanza secundaria o sus equivalentes; unos y otros cumplirán, además, con los requisitos que establezca el reglamento.
Artículo 87.- Los concesionarios o permisionarios de las difusoras podrán emplear aprendices de locutores para que practiquen por períodos no mayores de 90 días, previa autorización de la Secretaría de Educación Pública.
Artículo 88.- Las estaciones difusoras hasta de 10,00 vatios de potencia, podrán emplear locutores autorizados de cualquiera de las dos categorías.
En las de mayor potencia, cuando menos el 50% de sus locutores autorizados serán precisamente de la categoría “A”.
Artículo 89.- Los cronistas y los comentaristas deberán ser de nacionalidad mexicana y presentar un certificado que acredite su capacidad para la actividad especial a que se dediquen, expedido por la Secretaría de Educación Pública.