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Soy un hombre con suerte: Bardem

EFE

México.- Tierno y duro al mismo tiempo. Así es Javier Bardem, el primer español nominado al Oscar al Mejor Actor por su interpretación en Antes de que Anochezca, que a pesar de estar saboreando las mieles del éxito, sabe mantener bien firmes los pies sobre la tierra.

Su destino era ser actor. No podía ser de otra manera viniendo de una familia repleta de artistas. “Yo tenía que ser artista porque desde que comencé a comprender el mundo que me rodeaba, de lo que más oía hablar era de teatro, música, cine… Ser actor es una virtud que la vida me ha permitido”.

Nació en Las Palmas de Gran Canaria (España) el 1 de marzo de 1969. Su madre es la actriz Pilar Bardem; es sobrino del director Juan Antonio Bardem, y sus hermanos Carlos y Mónica también se dedican al mundo del cine. Sus abuelos maternos fueron los actores Rafael Bardem y Matilde Muñoz Sampedro.

“Cuando yo tenía dos años, mis padres se separaron, y con mi madre y mis hermanos me trasladé a Madrid, donde cursé mis primeros estudios y, luego, ingresé en la Escuela de Artes y Oficios; aunque no llegué a terminar los estudios, sí aprendí a pintar, por eso la pintura es uno de mis “hobbies”.

Pero la vena artística le comenzó a aflorar cuando todavía era un niño. “Debuté como actor a los cuatro años con una breve aparición en la serie de televisión El pícaro, protagonizada por Fernando Fernán Gómez. A continuación, volví a trabajar para Televisión Española en cuatro capítulos, uno de ellos como protagonista, de la serie Segunda Enseñanza. Seguidamente, en 1988, hice el papel de drogadicto en la serie Brigada central”.

Y llegó a Hollywood

Javier Bardem es el primer actor español que logra situarse entre los candidatos al Oscar de Hollywood, gracias a su recreación del poeta cubano Reynaldo Arenas en la película de Julian Schnabel Antes de que Anochezca, un artista homosexual, perseguido por el régimen de Fidel Castro y exiliado en Estados Unidos, donde se suicidó cuando se encontraba en fase terminal de SIDA.

Por este papel consiguió la Copa Volpi en el festival de Venecia y la Sociedad Nacional de Críticos de Cine de Estados Unidos le concedió el premio como mejor actor. Fue también candidato a los Globos de Oro, aunque al final fue el náufrago Tom Hanks quien se lo llevó. Sin embargo, para el actor español el simple hecho de estar como candidato significó un paso agigantado en su carrera. “Llegar a competir con actores tan importantes es un premio para cualquiera de nosotros, los de habla hispana”.

Su penúltima película, Segunda Piel, la protagonizó junto a algunos de los actores más cotizados del actual cine español, Jordi Mollá y Ariadna Gil, dirigidos por Gerardo Vera, en la que se plantea el tema de la infidelidad, pero con un componente homosexual, en el que se ven envueltos los personajes masculinos.

Bardem se enorgullece de su trabajo en esta película. “Nunca he tenido miedo a enfrentarme a ningún tipo de personaje. A mi edad, creo que he tenido la oportunidad de encarnar en el cine una serie de personajes difíciles y muy distantes de lo que soy. Cuanto más difícil y lejos está de mi modo de proyectarme, más me apasionan”.

Javier demostró con el tiempo que poseía unos registros interpretativos más allá del “macho ibérico” que hasta entonces había encarnado. “Mi personaje de Segunda Piel y el de Antes de que Anochezca tienen en común la homosexualidad. Pienso que todo el mundo debería de ver estas películas porque mucha gente todavía rechaza la homosexualidad”.

Confiesa que no podría elegir entre todos los personajes que ha encarnado, sin embargo, el que más satisfacciones le ha proporcionado es la caracterización de Reinaldo Arenas. “Ha sido un honor para mí interpretar este papel. Cuando leí el guión, creí que no sería capaz, pero después de conocer su obra y la realidad cubana supe que era un deber”. Con un “look” distinto a lo habitual hablando en inglés y español con un perfecto acento cubano, realizó una gran caracterización de Arenas, convirtiéndose en la pantalla en un personaje lleno de humor a pesar del sufrimiento y la incomprensión que azota su vida.

Sus inicios

En 1989, Javier Bardem trabajó como dibujante publicitario, al tiempo que representaba el papel de “superman” en El día por delante, serie matinal de Televisión Española. A continuación formó parte de un grupo independiente de teatro con el que realizó varias giras por España con diversas obras, entre ellas El Médico a Palos y El Sombrero de Tres Picos.

“Fue una etapa importante para mí tanto humana como profesionalmente porque, como actor, adquirí eso que en el argot teatral se llaman “tablas” y, como hombre, aprendí a convivir con un grupo de personas interesantes”.

A mediados de 1990 encarnó el papel de un homosexual asesino en el filme Las Edades de Lulú, a las órdenes de Bigas Luna, director que a partir de entonces lo consideró uno de los mejores intérpretes europeos. “Pero mi primer papel de protagonista me lo dio Bigas Luna en Jamón, Jamón, una historia de dos triángulos amorosos generacionales en un pueblo”.

Por dicha actuación le concedieron varios galardones: Premio al Mejor Actor del Círculo de Escritores Cinematográficos (febrero 1993), Premio Revelación de Unión de Actores (marzo 1993), Premio San Jorge al Mejor Actor (marzo de 1993). Además, fue finalista en el Goya al mejor actor protagonista.

Uno de los trabajos secundarios que más le han dejado satisfecho, fue el que realizó en 1991 en la película de Pedro Almodóvar, Tacones Lejanos. Además aquel mismo año desarrolló una extensa labor en televisión.

En 1992, Javier Bardem trabajó en la película Huidos y también hizo una actuación especial en El amante bilingüe, protagonizada por la italiana Ornella Mutti. “A las órdenes de Gonzalo Suárez, en los últimos meses de 1992 y principios de 1993, protagonicé El detective y la muerte, encarnando a un detective encargado de investigar un asesinato que nunca sucedió”.

Vida sentimental discreta

El español tiene dos grandes pasiones en su vida: la familia y su carrera. “Tengo la suerte de pertenecer a una familia muy unida y que nos apoyamos muy de cerca”.

El actor lleva nueve años viviendo con Cristina Pallés y, aunque no sea conocida y siempre se ha mantenido en un discreto segundo plano, es el cerebro que está detrás de las cámaras dirigiendo su carrera.

En la historia del cine español, no había surgido una figura tan carismática. Durante el año 2000 fue el actor de nuestra lengua que más premios obtuvo dentro y fuera de España. Protagonizar la película de Julián Schnabel, Antes de que anochezca, lo ha hecho internacional. Hoy, se habla de Javier Bardem en los cinco continentes.

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