No amigos, no estoy hablando de futbol americano y su conocido Supertazón; me refiero al enfrentamiento que obtendrán el próximo fin de semana el invicto América y el espectacular Toluca en la cima del torneo mexicano de Primera División.
Este partido, que por cierto ya ha sido final de campeonato llega en buen momento para dilucidar de qué cuero van a salir más correas. Bien sabido es que los grandes clásicos, derbys, finales o juegos demasiado esperados que han generado importantes expectativas suelen resultar petardos, pero pienso que en este caso las características de ambos conjuntos y todas las circunstancias que lo rodean debe considerarse garantizado el espectáculo.
Quizá el primer gran ingrediente sea el morbo; americanistas y todo aquel que odia a las Águilas quieren saber si serán capaces de alargar la racha, es decir, continuar invictos ya sea venciendo o por lo menos empatando con los rojos del Estado de México. Inmediatamente viene la gran pregunta si el cuadro de Coapa seguirá jugando abierto, espectacular y con mucha llegada, al estilo Carrillo o bien se volverá conservador, calculador y frío a lo Lapuente.
En ese sentido, vaya paquete que le dejaron a Manolo, pues si bien es cierto que a su vez le entregó a Mario un equipo campeón, también lo es que las vacaciones obligadas de Lapuente no generaban demasiadas esperanzas en el equipo, se esperaba un “bajón” y superar la natural “campeonitis”; pero resultó que no, el equipo creció y ahora Carrillo, ganador y soberbio, le devuelve el anillo de compromiso a su cuate.
Sea cual fuere la realidad de esta especie de rompimiento, lo cierto es que sentado en el banco americanista, el técnico Lapuente está encima de un polvorín.
Otra duda razonable será saber si el delantero crema Cuauhtémoc Blanco mantendrá con el cambio de entrenador el nivel futbolístico y el liderazgo que hasta ahora viene ejerciendo pues estamos en presencia de un verdadero fuera de serie y sería penoso no redondear una gran campaña por cuestiones extra cancha.
Del otro lado está el equipo más regular de los últimos tiempos; un cuadro bien trabajado, lleno de experiencia y con una idea perfectamente definida de lo que quiere hacer en un terreno de juego. Además, y esto por fortuna para el show, Toluca es de esos raros planteles que no escatiman el esfuerzo y la calidad en patio ajeno y el Azteca se la da bien a los diablos.
En el aspecto de la dirección técnica el cuadro rojo tiene en el banquillo a Ricardo Antonio Lavolpe, el más rentable entrenador de los últimos tiempos; controversial, de carácter fuerte y ligerito para abrir la boca, tuvo la atingencia de imbuirle su idea del futbol a los jugadores respetando su individualidad y eso le trajo buenos resultados.
Toluca también tiene un estrella y un líder: el paraguayo José Saturnino Cardozo. Si el Pepe sale a comerse el balón y a ir en pos de la red enemiga, que se cuide Ríos. Si por el contrario sale de perdonavidas y a querer engañar al árbitro es posible que ni el partido termine.
En el comparativo semanal América libró empatando la difícil aduana de Monterrey y Toluca arrasó al Puebla, sin embargo, viene de caer en el compromiso del torneo Pre-Libertadores de media semana frente a los Pumas de Hugo Sánchez, por lo que no puede darse el lujo de perder mañana.
Desde el punto de vista arbitral, la responsabilidad de dirigir este importante cotejo ha recaído en Felipe Ramos Rizo; mundialista en Corea-Japón 2002.
Ramos Rizo ha venido a menos en las últimas semanas por dos factores: exceso de confianza y soberbia. Si retoma los planteamientos iniciales de su forma de dirigir y deja las actitudes prepotentes puede hacer un gran trabajo. El partido es de esos que se antojan para “lucirse”.
Finalmente, para que todo sea redondo, ojalá el público asista en buen número a las tribunas del Coloso de Santa Úrsula; algo raro ha pasado que América jugando en forma brillante no ha logrado conectar con su afición y traducirlo en apoyo en el estadio. Vamos a ver qué pasa.
Por lo pronto, mis queridos amigos, que nadie moleste, dispongámonos a disfrutar de este superdomingo futbolístico... aunque el diablo meta la cola.