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BÁVARO, República Dominicana.- El presidente dominicano Hipólito Mejía clausuró la XII Cumbre Iberoamericana satisfecho con la oportunidad de contribuir a una mejor comprensión de los problemas de la región y los del entorno internacional global.
La Cumbre Iberoamericana de Presidentes y Jefes de Estado concluyó ayer aquí con la firma de una declaración que tan sólo incluyó, como punto nuevo, el controvertido asunto de los subsidios agrícolas de Estados Unidos y la Unión Europea.
Sin embargo, para el presidente de Bolivia, Gonzalo Sánchez de Lozada, este encuentro sirvió, más que nada, para hablar de las cosas que “preocupan y afligen” a los líderes de América Latina, España y Portugal.
“En estas cumbres nos prestamos y nos robamos ideas ajenas... Hablamos de las cosas que nos preocupan y nos afligen... Nos apoyamos para que haya un ambiente de más optimismo... nos acordamos que nuestro futuro es unido”, dijo Sánchez de Lozada, cuyo país será sede de la próxima cumbre.
Tras una reunión a puertas cerradas, los gobernantes de los 21 países de la región subscribieron la Declaración de Bávaro, en la que establecieron como una de las principales prioridades el combate a la pobreza y el incremento de la producción agrícola.
También destacaron el acceso de la población a la educación y la tecnología, y la creación de condiciones para asegurar el respeto a los derechos humanos de los migrantes, sin dejar de controlar los flujos.
Mejía dijo en su discurso de clausura que los iberoamericanos determinaron que la pobreza “es el principal flagelo que sufren los pueblos de esta comunidad internacional, por eso, trabajar para disminuirla tiene que ser la prioridad en todos nuestros planes y en la cooperación internacional”.
Mientras, Sánchez de Lozada catalogó como el mayor logro del encuentro la aprobación, por unanimidad, de la propuesta española para que un grupo, presidido por el saliente presidente de Brasil Fernando Henrique Cardoso, desarrolle trabajos encaminados a institucionalizar la cumbre.
“Esta Comisión nos ayudaría a institucionalizar estas cumbres para que cada vez sean más efectivas, dramáticas e importantes”, expresó.
Sin embargo, para otros de los líderes, el logro más importante fue el relativo a las subvenciones agrícolas, ya que por primera vez se logra incluir en la declaración el compromiso de reducirlas.
“Yo estoy, estaba y estaré convencido de que (las subvenciones) son una desgracia para nuestros pueblos”, sostuvo Mejía en la rueda de prensa final sobre la cumbre
El tema de los subsidios ha sido uno de los más polémicos entre los países participantes, ya que los gobernantes latinoamericanos consideran que los subsidios agrícolas de los países desarrollados, en este caso España y Portugal, impiden su acceso justo al mercado globalizado.
En ese sentido, los líderes iberoamericanos exhortaron a los países miembros de la Organización Mundial de Comercio a contribuir a una economía competitiva, abierta y libre de monopolios que favorezca la plena inserción de los países en desarrollo y las pequeñas economías en el sistema mundial de comercio.
En la declaración de Bávaro, los mandatarios también reafirmaron su compromiso con la preservación de la democracia y la autodeterminación de los pueblos y destacan la importancia del regionalismo como medio de abordar la agenda iberoamericana de diálogo y cooperación.
Asimismo, exhortan a las instituciones financieras a que, conjuntamente con los gobiernos, formulen estrategias para “aliviar las cargas insostenibles de la deuda, teniendo en cuenta las necesidades y realidades de cada país”.
La exhortación llega en momentos en que Argentina no logró pagar la totalidad de un vencimiento por 805 millones de dólares ante el Banco Mundial.