TORREÓN, COAH.- En algunas escuelas primarias del sur-oriente de la ciudad, hoy se suspenderán las clases porque representantes del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), convocaron a una reunión sindical.
En efecto, cientos de niños que cursan el nivel de educación primaria no asistirán hoy a la escuela, porque los maestros deberán asistir a la junta sindical, con lo que la Secretaría de Educación Pública (SEP), empieza a incumplir con los 200 días de clases que contempla el calendario escolar para el ciclo 2002-2003.
En las oficinas de la SEP local, sólo se informó que son logros o convenios con la representación sindical, el que cuando celebren una asamblea sindical se pueden suspender las clases aunque la duración de las juntas sea de una hora, y reconocieron que pasa a segundo nivel de importancia el servicio educativo que en este caso afecta al niño.
Reconocieron de igual forma que este tipo de acciones afecta seriamente el servicio educativo y mancha la imagen tanto de la Secretaría de Educación como del Sindicato Magisterial y explicaron que la omisión de sus datos, es precisamente porque no se puede contradecir lo que se tiene considerado como logro por la parte sindical y acuerdo por la parte oficial.
Y el compromiso por la educación
La suspensión de clases por cuestiones ajenas a la educación, asuntos meramente sindicales, demuestra que la firma de acuerdos y convenios por mejorar la calidad educativa, son meros actos políticos y para la foto, pues la realidad se observa en letreros que exhiben las primarias, donde se anuncia la interrupción de clases por juntas sindicales.
Lo anterior lo declaró Mariano Torres, padre de familia, quien consideró que si en vez de firmar un acuerdo por mejorar la calidad educativa, la SEP y el SNTE firmaran un convenio para no suspender las clases cuando se realicen juntas sindicales, el beneficio sería mucho mayor para la niñez del país.
Lo que se observa en las escuelas –no en todas—, aclaró, es la realidad educativa y mientras no exista una verdadera voluntad de parte del sindicato y la SEP, por mejorar el servicio, la cultura de los mexicanos seguirá siendo pobre, consideró.