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SANTIAGO, CHILE.- El cantante mexicano Luis Miguel fue considerado en Chile, como "lo más parecido a un Michael Jackson latino: celebridad y extravagancia juntas y en grandes dosis".
Un artículo publicado en la más reciente edición del semanario Wikén señaló que el intérprete de Dormir Contigo y Un Hombre Busca una Mujer, que popularizó los boleros entre los jóvenes, es "un icono distante en el que cuesta divisar rasgos de humanidad".
"Luis Miguel tiene una piel saludable, pero de hecho es lo más parecido a un Michael Jackson latino: celebridad y extravagancia juntas y en grandes dosis", aseveró el artículo titulado "¿Cuánto vale el mito?".
"Y cuando alguien decide que los boletos para una gala suya en Chile costaran hasta 222 mil pesos (más de 300 dólares), es sólo una excentricidad más de la lista", indicó.
"Si Jackson fue más lejos alguna vez y plantó a 60 mil chilenos en el Estadio Nacional, Luis Miguel está haciendo historia de otro modo, cortando los boletos más caros de Chile", aseveró el texto publicado por Wikén.
El reporte, que destacó la negativa de "Luismi" de grabar en inglés, indicó que sus altas ventas de discos en el mundo y Chile son "una muestra -entre tantas- de que hace rato el cantante mexicano corre en una liga por sí mismo".
"Con unos 47 millones de discos vendidos en el mundo, Luis Miguel está por sobre competidores como (el puertorriqueño) Ricky Martin o (el español) Enrique Iglesias, que acumulan 32 y 30 millones respectivamente", precisó.
El artículo recordó sus trabajos bajo "la fórmula color sepia del cancionero del siglo pasado, reciclando hasta la saciedad (cuatro discos con la palabra ‘romance’ puesta de distinta manera) no sólo boleros, sino también rancheras y hasta tangos".
El reporte de Wikén aseveró que "cuando la regla es vender imagen de rockero para MTV, Luis Miguel juega a la extravagancia de ser un tradicionalista de etiqueta".
Abusa del alcohol
El diario local La Tercera aseguró que "Luis Miguel se emborrachó escuchando a Julio Iglesias" y citó a "un testigo directo de la primera noche de juerga en Santiago de Luis Miguel".
Luis Miguel arribó a un restaurante especializado en mariscos en donde cenó y "cató" los mejores vinos para luego comprar 18 botellas del vino Montes Alpha M.
"Estaba enfermo de borracho. Si ni siquiera podía hablar bien y tenía la voz traposa", señaló el periódico y añadió, según la fuente, que "a las dos y media de la mañana ya se habían tomado ocho botellas de vino".
Sin embargo, el chef Coco Pacheco, dueño del restaurante, y quien atendió y acompañó al cantante durante su estancia en la cava del inmueble, negó esa versión.
En broma, Pacheco dijo "nos tomamos hasta el agua del florero", pero luego subrayó que el afamado intérprete cató diferentes vinos chilenos.
"Él es un amante del vino. No es tomar por tomar, aquí hay una cultura, vinos especiales, con catadores", señaló Pacheco, a cuyo local Luis Miguel acude desde que tenía 14 años para comer mariscos frescos, pescados y centollas.
Coco Pacheco dejó entrever que tendrá un segundo encuentro gastronómico con el cantante, aunque se negó a precisar la fecha y el lugar, para evitar el asedio de las fans y de los reporteros.
Luis Miguel actuará hoy ante más de 50 mil personas en el Estadio Nacional y el miércoles actuará en una gala en el Centro de Eventos de San Carlos de Apoquindo, ante unas mil personas que pagaron entradas de hasta 300 dólares.
CUADRO DE HECHOS
Rompe el aislamiento
El cantante mexicano rompió su aislamiento en Chile luego de que la noche de ayer saludó de mano a algunas fanáticas e incluso permitió que camarógrafos captaran su salida de un restaurante del sector oriente de Santiago.
-Sonriente y rodeado por su aparatoso equipo de seguridad, el artista mexicano el intérprete salió de su hotel alrededor de las 23:00 horas locales (02:00 GMT de este viernes), para dirigirse al Estadio Nacional, donde hoy dará un concierto para más de 50 mil espectadores.
-Se reunió con sus músicos, escuchó pruebas de sonido, caminó por el escenario para fijar tiros de cámara y tras dar algunas instrucciones específicas a los miembros de su equipo, se retiró del lugar para ir a cenar.
-Sin vacilar y a diferencia de ocasiones anteriores, "Luismi" -quien lucía una chaqueta de cuero negra y camisa del mismo color- se acercó sonriente a las fanáticas que se habían apostado a la salida del local y estrechó sus manos.
-Los guardaespaldas, atentos a los detalles, no impidieron en esa ocasión el trabajo de los reporteros, pero retiraron al cantante del lugar cuando -aparentemente- el ímpetu de una fanática le hizo perder el equilibrio por unos instantes.
-Esta fue la segunda salida de Luis Miguel de su hotel desde que llegó a Chile el pasado miércoles para brindar dos conciertos y la primera en la que saludó a sus admiradoras, algunas de las cuales lo esperaron toda la noche del martes en el aeropuerto capitalino.