TORREÓN, COAH.- En esta temporada del año, agobiados por el inclemente invierno de la Sierra Tarahumara en el estado de Chihuahua y la falta de posibilidades de conseguir alimentos, decenas de indígenas vienen a Torreón con el fin de sobrevivir.
“Kórima’’ es su palabra, “ayuda’’ es lo que piden para pasar algunas semanas con sus familias en esta ciudad que aunque fría, es realmente cálida en comparación con las temperaturas bajo cero que se registran allá, de donde ellos proceden .
La mayor parte del año, los hombres y mujeres tarahumaras trabajan en el campo, cultivando grandes extensiones de maíz que es alimento base para sus tortillas, atoles y sobre todo para comercializar .
Este año, su arribo fue más temprano, desde principios de noviembre se les empezó a observar en algunas esquinas y cruceros, ataviados con su ropaje característico a base de manta y anudados en color rojo, verde y amarillo al cuello.
Chiquillos en mano, mujeres y hombres se dedicaron a pedir y en algunos casos, a comercializar canastillos de palma tejidos, que son de gran utilidad para la decoración, sobre todo para quienes gustan de las artesanías.
Su mirada es ansiosa, suplicante y digna, porque tradicionalmente no son una etnia perezosa, pues en las zonas serranas de la entidad chihuahuense, trabajan también en el cultivo de frijol, chile rojo, pastoreando animales o en la ordeña.
De hecho piden en esta temporada para sobrevivir y al cabo de unas semanas, regresan a su región y siguen adelante.
Es mejor darles comida, cobijas o medicinas, más que dinero.
Al respecto, el Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia DIF recomienda que es mejor brindarles ayuda, pero en especie, como alimentos, cobijas, ropa en buen estado y medicina, preferentemente al dinero.
En los mismos cruceros se les pueden brindar ese apoyo.
El DIF no puede evitar que pidan ayuda en la vía pública ni los tarahumaras ni mazahuas, de los cuales una considerable cantidad llegó hace alrededor de dos décadas y se estableció para quedarse, ya que se empezaron a dedicar al comercio, fundaron incluso colonias como en la Antigua Aceitera y la Vencedora, situadas atrás del hoy Museo del Ferrocarril.
Para el director el DIF José de Jesús Berlanga de la Peña, no es posible tener un estimado de la cantidad de tarahumaras o mazahuas que vienen en la temporada de frío la ciudad ya que están un tiempo y se van.
Lo que sí se sabe es que año con año vienen más indígenas procedentes de Oaxaca que Chihuahua, en proporción de 90 a 10.
El DIF tiene un registro de niños indígenas en los cruceros de más de 250 de diferentes etnias.
Reconoce que estos grupos indígenas emigran en la mayoría de los casos por necesidad , por hambre y frío.
Brigadas del DIF recorren con regularidad los sectores identificados como centro de concentración de ellos y les brinda atención médica, sobre todo para los niños.
Además, los visita personal médico en las colonias donde suelen rentar cuartitos de vecindad, incluso son zonas conocidas como “el lugar donde viven las Marías’’.
José de Jesús Berlanga indicó que la mayoría de las mujeres indígenas que vienen a esta parte de la Comarca Lagunera, lo hacen acompañadas por hombres, pero que lamentablemente “no vemos en los cruceros y desafortunadamente se quedan en los cuartitos donde viven, ingiriendo bebidas embriagantes’’.
No por esta situación son dignos como grupo indígena, de recibir ayuda, sin embargo, lo mejor es reorientarla.