La eliminación de los subsidios a las tarifas de energía eléctrica se ha convertido en el tema más notable de las elecciones en el Municipio de Torreón, a raíz de que el Partido Revolucionario Institucional hizo de dicha cuestión el eje de su campaña. Desde su óptica, el Partido Acción Nacional acusa al viejo régimen de ser responsable de la quiebra del sector eléctrico, en virtud de las políticas de gobierno aplicadas en el pasado priísta y a la presunta corrupción imperante en esa época.
Como consecuencia en el actual proceso ha predominado la descalificación del adversario y a la zaga ha quedado la propuesta; el tema de las tarifas ha denigrado el nivel de las campañas. La discusión sobre las tarifas deviene inútil, en la medida en que no se ofrece alternativa sobre la forma de inyectar capitales al futuro energético del país y por añadido, el tema a resolver corresponde a otro nivel de gobierno, entre el Ejecutivo Federal y el Congreso de la Unión.
En forma indebida se han relegado problemas que afectan a diario a los habitantes de nuestro Municipio y que privan a Torreón del impulso que necesita para ser una ciudad de primer nivel. Seguridad pública, agua, alumbrado, etcétera y sobre todo la planeación estratégica para el desarrollo, son rubros descuidados de la agenda electoral, en función de discutir tarifas de luz, que ninguno de los candidatos a la alcaldía está en posibilidad de establecer, llegado el caso.
El anuncio del Secretario de Energía frente al Congreso de la Unión, en el sentido de que se hará una revisión general de las tarifas eléctricas en ciertas zonas de clima cálido es positivo para los torreonenses. Sin embargo, resulta un ejercicio inútil y del todo improcedente, el que partidos y candidatos hagan de tal evento un botín político a nivel local, de cara a las elecciones del próximo 29 de septiembre.