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VIENA, AUSTRIA.- Expertos de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) trabajan al máximo ahora que Corea del Norte reanuda su programa nuclear y que un grupo de inspectores trata de determinar si el régimen de Saddam Hussein tiene planes similares, en una situación de tensión creciente ante la posibilidad de que se desate una guerra en Iraq.
Mientras los inspectores realizan su labor, en diferentes partes del mundo las manifestaciones en contra de una eventual campaña bélica de la coalición británico-estadounidense en contra de Bagdad no se hacen esperar.
La AIEA, adscrita a las Naciones Unidas, teme que no podrá seguirle el paso a las nuevas amenazas.
En entrevista, el director general de la AIEA, Mohamed ElBaradei, insistió en que su organización con sede en Viena es capaz de monitorear el uso y el abuso de los materiales nucleares en todo el mundo.
Pero admitió: “Estamos tratando de enfrentar las dificultades. Estamos sujetos a mucha presión al tratar con dos situaciones críticas al mismo tiempo. Necesitamos cubrir muchos frentes simultáneamente”.
Las dos crisis, en Iraq y en Corea del Norte, están entre las más graves a las que el grupo se haya enfrentado desde la Guerra Fría.
Los inspectores de esta ‘policía nuclear’ buscan en Iraq evidencia de un programa secreto de armamento que según Washington existe, y que Saddam niega.
Dos inspectores que monitoreaban un complejo nuclear que no estaba en operación en Corea del Norte fueron expulsados por Pyongyang, luego que el gobierno declaró que reanudaría las operaciones en el lugar para aliviar sus enormes problemas energéticos.
ElBaradei escoge con cuidado sus palabras evitando quedar atrapado en cuestiones políticas de los 134 países miembros de la agencia. Sin embargo, en relación con Corea del Norte ha mostrado una actitud persistente y de una inusitada estridencia.
La semana pasada criticó al régimen de la aislada y estalinista nación asiática por ir hasta “el borde de la guerra nuclear” al revivir su programa atómico y expulsar a los inspectores.
ElBaradei dijo que simplemente llama a las cosas por su nombre. “Veo una grave crisis, una nación que está desafiando totalmente al mundo. La gravedad de la situación es enorme”.
Aunque los inspectores de la agencia, establecida en 1957, han revisado más de 900 instalaciones en 70 países, ahora están preocupados por la búsqueda de armas nucleares en Iraq y por su lucha por continuar supervisando las recientes y agresivas medidas norcoreanas para reanudar su programa militar.
A pesar de la nueva y estricta resolución del Consejo de Seguridad que le da acceso incondicional e irrestricto a todos los sitios en Iraq, la agencia sostiene que necesitará por lo menos un año para determinar si Saddam tiene armas de destrucción masiva.
Manifestaciones en Turquía
Unos 3.000 manifestantes proislámicos quemaron ayer banderas estadounidenses, británicas e israelíes en protesta por la posible guerra encabezada por Estados Unidos contra Iraq.
A pesar que Turquía es un miembro de la OTAN y aliado de Estados Unidos, los sentimientos en contra de la guerra están creciendo en ese país de mayoría secular, pero islámico.
Turquía aún no ha dado luz verde para que Estados Unidos haga uso de sus bases aéreas en el país para un eventual ataque a Iraq.
“¡Abajo Estados Unidos!, ¡Estados Unidos asesinos!”, gritaba la muchedumbre mientras sostenían pancartas que decían “No a la guerra”.
Turquía es un país islámico y muchos turcos se oponen a hacerle la guerra a un país de la misma religión.
Además, temen que una guerra en la región sacuda su ya débil economía y que el país se vea inundado por decenas de miles de refugiados en su frontera.
Inclusive, existen posibilidades que tras la guerra se forme un estado independiente curdo al norte de Iraq, lo que podría inspirar a rebeldes curdos en Turquía a querer declarar su propia autonomía