SAN FRANCISCO, CALIFORNIA.- Barry Bonds dio otro jonrón y Benjamín Gil debutó en Serie Mundial con imparable. Usted puede decir que en el primer juego de la Serie en San Francisco en este 2002, el tercero de este clásico de California, lo mejor fue la escenografía y la coreografía. El Pacific Bell nos deslumbró a los que no lo conocíamos ya que ciertamente es un estadio muy diferente a los que usted haya visto. Es un hogar beisbolero muy acogedor que contrasta notablemente con el frío, feo y muy serio Candestlick donde antes jugaban estos Gigantes.
Este Pac Bell como lo llaman tiene alegría, tiene ángel y tiene grandiosidad ya que caben arriba de 40,000 espectadores. Lo que lo hace único en su especie es precisamente el mar que esta detrás de las graditas del jardín derecho y en donde muchas lanchas, chicas y grandes, esperan en gran número que llegue allí un batazo de los que conecta Barry Bonds. La amplia llanura por el jardín central y demás contornos curiosos lo hace igualmente un parque diferente, muy diferente, que combina tradición con modernidad al estilo del Camden Yards de Baltimore. Sus asientos son sumamente cómodos y grandes. Muchas razones para que los aficionados se hayan enamorado de su nuevo estadio y provoquen las grandes entradas durante la temporada que no había en el otro. Igualmente es fácil su acceso con un tranvía pasando frente al estadio que está al final del distrito financiero en el centro de San Francisco. La reventa luce permitida ya que muchos de los que aquí llaman scalpers ofrecían boletos abiertamente a los aficionados que se aproximaban al estadio. Sin embargo hay que tener mucho cuidado con los que falsifican estos boletos y vimos al entrar como cada uno de los tickets hay que colocarlo en una ranura de los torniquetes que decide si es bueno o falso.
Con ese cuadrangular de Barry Bonds los aficionados no salieron tan cabizbajos a pesar de que su equipo negro y naranja fue apaleado por los Angelinos de Anaheim. Impuso Bonds record de dar jonrón en cada uno de sus primeros tres juegos de Serie Mundial.
Brillante debut
Finalmente le dieron oportunidad al mexicano Benjamín Gil, quien salió de emergente ya al final del encuentro y conectó de hit en su primera vez al bat en una Serie Mundial. Fue un fuerte batazo entre tercera y short que ayudó en la última carrera del equipo aprovechando un error infantil del catcher Benito Santiago que estuvo fatal tanto en la ofensiva como en la defensa. Gil sigue en gran racha bateadora ya que mató a palos al Yanquis en el primer play off y sigue encendido.
Ese primer hit de Gil en su primera vez al bat nos hizo recordar a Beto Ávila que en la Serie Mundial de 1954 debutó en estos clásicos con una línea de hit arriba del segunda base de los Gigantes. Beto jugó para los Indios de Cleveland que fueron barridos en sólo cuatro juegos y el formidable segunda base veracruzano solamente pudo aumentar en un hit más su suma de imparables en ese compromiso. Beto acababa de ganar la corona de bateo de la Liga Americana y jugó contra Willie Mays del Gigantes que también había sido el mejor bateador pero de la Liga Nacional.