WASHINGTON, EU.- Tony Blair, Jacques Chirac y Gerhard Schroeder presiden gobiernos aliados con Estados Unidos. Pero desde la perspectiva del presidente George W. Bush, eso es lo único que tienen en común.
En las preferencias de la Casa Blanca, el primer ministro británico Blair ocupa sin duda el primer lugar y el Canciller alemán el tercero, con el presidente francés en algún lugar impreciso entre ambos.
En América Latina, el presidente electo brasileño Luiz Inácio Lula da Silva asumirá su cargo el primero de enero. Si bien es amigo de Fidel Castro desde hace largo tiempo, Lula afirma que la revolución cubana ha perdido popularidad y tiene escaso atractivo al presente.
Pero Bush podría encontrar que es un socio difícil en cuestiones comerciales.
El presidente norteamericano ha tenido que luchar contra un mundo reacio a aceptar sus planes militares respecto a Iraq o sus políticas individualistas en muchas otras cuestiones internacionales.
No obstante, el panorama no es del todo sombrío. Bush ha ganado un amplio respaldo para su campaña contra el terrorismo internacional. Veintenas de países participan en la reconstrucción de Afganistán, donde los terroristas tenían libertad de acción bajo el gobierno derrocado del Talibán.
Su campaña contra Iraq sería empero mucho más solitaria de no ser por el apoyo de Blair, cuya opinión del presidente Saddam Hussein es muy similar a la del mandatario estadounidense.
Pero Bush todavía está resentido por la manera en que Schroeder utilizó su oposición a la política norteamericana respecto a Iraq como tema clave de la reciente campaña para su reelección.
Por su parte, Chirac ha decepcionado a Bush con su política poco agresiva hacia Bagdad, pero las diferencias entre París y Washington parecen estar en vías de superarse con un nuevo proyecto de resolución sobre Iraq que Estados Unidos se propone presentar ante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.
He aquí otros dirigentes mundiales y su ubicación en la lista de preferencias de la Casa Blanca:
— El presidente cubano Castro está hacia el final de la lista, apenas por encima de los dirigentes del “eje del mal” constituido por Iraq, Irán y Corea del Norte.
— El presidente ruso Vladimir Putin se ha manifestado reacio a compartir la actitud militante de Bush respecto a Iraq, pero ha estado de acuerdo con la Casa Blanca en muchos otros asuntos importantes. Washington se queja empero de que Rusia suministra a Irán tecnologías que le permitirían amenazar con cohetes a países de la OTAN.
— Con el presidente chino Jiang Zemin las relaciones son cada vez mejores, a medida que éste se prepara a asumir un papel menor en el gobierno de su país. Jiang se opone al programa de armamentos nucleares de Corea del Norte, pero alberga diferencias con Bush respecto a Taiwán.