La Jornada
Boca del Río, Veracruz.- Empujones, gritos y reclamos de trabajadores sexuales y enfermos de SIDA se antepusieron a las declaraciones de la Secretaría de Salud (SSa) sobre los avances en el control de la epidemia en el país. El titular del ramo, Julio Frenk Mora apenas iniciaba su discurso inaugural del Octavo Congreso Nacional sobre SIDA e Infecciones de Transmisión Sexual, para señalar que el SIDA es una prioridad de salud pública y amenaza para el desarrollo, cuando un grupo de hombres y mujeres lo enfrentaron y reclamaron la falta de acciones concretas para prevenir el contagio. Integrantes de la Red Mexicana de Trabajo Sexual señalaron al funcionario que no es suficiente la voluntad política. “Ya estamos cansados de los proyectos y la amabilidad que no llevan a nada, mientras las mujeres y hombres sexoservidores son víctimas de la discriminación y carecen de apoyos efectivos para prevenir la infección”.
“Estamos cansados de los ofrecimientos cuando ni siquiera son capaces de escuchar nuestras necesidades”.
Dijeron que durante años han esperado que el discurso se convierta en acción y que el derecho a la salud de las mujeres y hombres sexoservidores se haga realidad. Al mismo tiempo que las y los trabajadores sexuales tomaban el presidium, los miembros de Vanguardia de Personas que Viven con VIH/SIDA (Vanpavih) desplegaron mantas y carteles con leyendas en contra del seguro popular de salud.
También con gritos manifestaron su rechazo a la que pretende ser la estrategia social más importante del sexenio foxista. Dijeron que el programa es anticonstitucional porque pretende que quienes no tengan dinero para pagar seguirán siendo excluidos de la atención médica.
En unos minutos, el desorden se impuso en el auditorio del World Trade Center ubicado en esta ciudad. Las mantas taparon el presidium donde se encontraba el gobernador del estado, Miguel Alemán Velasco, funcionarios federales, estatales e integrantes de organizaciones civiles. Frente al micrófono Julio Frenk permaneció impávido ante los gritos de Elvira Madrid, presidenta de Brigada Callejera de Apoyo a la Mujer “Elisa Martínez”. Después trató de negociar el diálogo, pero la respuesta lo volvió a callar: “ya estamos cansados de tanta amabilidad. Tiene que saber que los programas no sirven si no se acompañan de acciones claras y eficaces”.
Luego de que Madrid habló e incluso contestó preguntas de los reporteros quienes junto con fotógrafos y camarógrafos también se agolparon al frente del presidium, el funcionario continuó su discurso rodeado de personas, a pesar de los infructuosos intentos del personal de seguridad para que regresaran a sus lugares.
El secretario señaló entonces el compromiso del Gobierno Federal para enfrentar la enfermedad, así como el estigma y la discriminación que sufren los enfermos. A 20 años de haberse diagnosticado los primeros casos de SIDA en el mundo, “hemos aprendido ya lo suficiente para poder incidir en la epidemia”, dijo.
Resaltó la importancia de que en la construcción de respuestas al problema impere el respeto mutuo entre los actores involucrados. Nuevamente ofreció el diálogo como la mejor vía para encontrar soluciones. Reiteró que en México el SIDA está concentrado en poblaciones específicas de riesgo, aunque también admitió que continúa en aumento el número de afectados. Más adelante, se refirió a la cobertura de medicamentos antirretrovirales, los cuales ya están disponibles para 93 por ciento de los enfermos. Cuando mencionó la amplia gama de fármacos disponibles en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), nuevamente fue interrumpido, esta vez por Enrique, originario de Guadalajara, quien le señaló que en esa institución prevalece el desabasto. Dijo que hace dos meses no recibe la terapia que necesita para mantener el VIH bajo control.
Antes, Sergio Aja, en representación de las 400 organizaciones civiles de todo el país que se dieron cita en esta ciudad, presentó las conclusiones del foro comunitario efectuado el lunes y martes anteriores. Las agrupaciones exigieron al gobierno federal que se destinen los recursos necesarios al sector salud para mejorar la atención médica a los enfermos de SIDA.
También que para cualquier cambio que se pretenda realizar a la Ley General de Salud o al IMSS, se tome en cuenta la opinión de la sociedad. Lo anterior con el fin de evitar que en un futuro se vuelva a afectar los derechos de los pacientes, como ocurrió en julio pasado cuando dos mil infectados fueron desincorporados del Seguro Social.
Y es que a pesar de que ese problema se resolvió con la decisión de la SSa de otorgar las terapias a esos enfermos, varios de los asistentes al Congreso Nacional también lanzaron gritos en contra del director del IMSS, Santiago Levy, a quien le reclamaron su falta de sensibilidad ante la epidemia. Reiteraron que la institución violó derechos fundamentales de los pacientes: el derecho a la salud y a la vida.
Al hacer uso de la palabra el gobernador Alemán Velasco, aún seguían al frente los integrantes de la Red Mexicana de Trabajo Sexual. Con el argumento de que se trataba de una ceremonia solemne, pidió a los manifestantes retirarse a sus lugares. Nuevamente se armó la gritería. En un nuevo intento, el mandatario invitó a “Ivonne” a usar el micrófono para plantear su inconformidad, con el fin de que después accedieran a desalojar el presidium. Pero no funcionó y el gobernador no tuvo más remedio que hacer la declaratoria inaugural con los inconformes frente a él.
Al final, el secretario Frenk Mora salió del auditorio rodeado de guaruras para evitar un nuevo enfrentamiento con los grupos y los reporteros. Trascendió que mañana la mayoría de las organizaciones civiles se deslindarán del escándalo ocurrido en la inauguración del congreso.