Primera realidad. Luisa es madre de cuatro hijos, todos en edad escolar. Hace dos años el marido se fue con otra mujer. Luisa es empleada doméstica y gana tres mil pesos al mes. El nuevo ciclo escolar de entrada le costó más de tres mil pesos. Sólo en cuotas de la sociedad de padres pagó mil cuatrocientos pesos, más uniformes y útiles. Apenas asistió a la primera junta con los directivos de la escuela y ya le están pidiendo el dinero para las pantaloneras de invierno. La lista del niño que va al kinder incluía papel sanitario, jabón de tocador y una franela. ¿Es o no gratuita la educación?
Estos cuatro niños forman parte de los 160,000 niños inscritos desde preescolar hasta secundaria en el municipio de Torreón. Asisten a una de las 619 escuelas atendidas por casi seis mil profesores. Son números fríos que nos hablan de la magnitud de la tarea educativa que en los últimos años ha dado resultados muy pobres según las evaluaciones en el contexto mundial.
La realidad para Luisa y para la mayoría de los padres de familia es el esfuerzo diario que tienen que hacer para educar a los hijos. La carga y la angustia son el precio que pagan por no acceder a una buena educación para sus hijos y la certeza de que la educación en México dista mucho de ser gratuita y de calidad. Triste realidad, mientras ocho candidatos andan en campaña, contra el tiempo, por la presidencia municipal. Diariamente recorren colonias y tocan puertas, tratando de convencer de que son la mejor opción. ¿Contarán con alguna propuesta en este asunto de la educación?
Segunda realidad. A nivel nacional el Presidente Fox rendirá el día de mañana su segundo informe de gobierno. Lo hará en medio de esperanzas fallidas, reformas y proyectos abortados, remiendos a medias, diálogos ineficientes con un Congreso y con partidos políticos divididos que han mostrado miras muy cortas y poco patriotas. Lo hará acompañado de un gabinete poco ordenado y falto a veces de madurez. Con una propuesta de reforma eléctrica que los ciudadanos esperamos que vaya bien fundamentada técnica y políticamente y deje de lado la ingenuidad con la que el gobierno del presidente Fox ha actuado.
En esta misma realidad nacional a todos los mexicanos nos duele la cifra del los más de 50 millones de pobres. Pobres como Luisa, esta mujer que no tiene lo más indispensable para vivir, que la entrada a clases de sus hijos la dejó endeudada y sin dinero para lo demás, una buena alimentación, transporte, etc. Por el contrario el panorama para ella es de desesperanza. ¿Cuándo irá a salir de pobre?
Nos duele enterarnos que México avanza, pero en corrupción. Que a pesar de los esfuerzos del gobierno, las encuestas de Trasparencia Internacional nos sitúan en el lugar 57 entre las naciones encuestadas. Es una realidad triste saber que en esto no avanzamos, al contrario retrocedemos.
Tercera realidad. Una casa, nuestra tierra empobrecida, con un medio ambiente deteriorado con cambios climáticos extremos, donde el bienestar económico es de nuevo una quimera. La Cumbre Mundial sobre Desarrollo Sustentable que se lleva a cabo por estos días en Johannesburgo, Sudáfrica, hablará del estado del planeta y del futuro de los que lo habitamos. Científicos, gobernantes y civiles debatirán sobre temas como población, consumo y tecnología, temas que son vistos como los que impactan al planeta. La tierra se ha visto transformada través de siglos de desarrollo por la acción del hombre, que según datos revelan que más del 40% de la superficie terrestre ha sido plantada, pavimentada, construida o trabajada por los seres humanos. Esto ha llevado a cambios profundos en la atmósfera, en los océanos y en el suelo. Tocarán los temas del calentamiento de la atmósfera, la desaparición de las tierras húmedas, la sobreexplotación de los mares, el desperdicio nuclear, el peligro de las especies en extinción entre otros.
Las predicciones arrojan que la población global aumenta en 219,000 personas diariamente. Para el año 2050 alcanzará nueve billones de habitantes. Lo negativo de esto es que se espera que la población de los 48 países más pobres se triplique en los próximos 50 años. Esto a pesar de que los índices de fertilidad han bajado como resultado del incremento en educación, el decremento en la mortalidad infantil y el uso de anticonceptivos.
Se nos dice que debido a los cambios climáticos habrá más períodos de sequía junto a graves inundaciones. Lo acabamos de ver en regiones de centro Europa, China y Chile donde sufrieron las peores inundaciones en más de 100 años. Por otro lado se habla de que en los cuatro puntos de la Tierra la gente tiene problemas con la escasez de agua. La Tierra será un planeta sediento. Si ya ahora con seis billones de habitantes la gente tiene problemas con el agua, ¿qué pasará con el aumento de población?
Tal vez sean cifras muy pesimistas pero ahí están. Decirlas, reconocerlas, reconsiderar nuestro sistema de vida es hacer que todos cambiemos nuestra manera de vivir y trabajar porque la realidad sea diferente. Esperemos. garzara1@prodigy.net.mx