Reuters
QUITO, ECUADOR.- El ex líder golpista Lucio Gutiérrez se afirmaba ayer como presidente electo de Ecuador tras escrutarse el 90,95 por ciento de las juntas electorales del país, informó el Tribunal Supremo Electoral.
De confirmarse los resultados, Gutiérrez se convertiría en el segundo ex líder golpista que asciende a la presidencia de un país en América Latina, después del presidente venezolano Hugo Chávez, un militar retirado que protagonizó una intentona golpista en su país en 1992.
Gutiérrez, un coronel retirado de 45 años que apoyó un golpe de Estado en enero del 2000, tenía 54,61 por ciento de los votos válidos mientras que su opositor Álvaro Noboa, de 52 años y considerado el hombre más rico del país, obtenía 45,39 por ciento.
Unos 8,2 millones de electores estaban habilitados para sufragar el domingo en 37.282 centros electorales en Ecuador.
Esta pequeña nación andina de 12,2 millones de habitantes votó para reemplazar a Gustavo Noboa, quien asumió tras el golpe de Estado que derrocó a su antecesor Jamil Mahuad por un movimiento de indígenas, grupos de izquierda y militares.
?Comienza la tercera vuelta, que es la más difícil. La primera y la segunda vuelta fue una lucha de David y Goliat. La primera la gané y esta la estoy ganando?, dijo Gutiérrez en Guayaquil, el centro económico del país, tras conocer los primeros resultados parciales.
Gutiérrez, quien estuvo preso seis meses por apoyar el golpe del 2000, se presentó a estas elecciones apoyado por grupos de indígenas y de izquierda. En casi toda su campaña el militar retirado usó un uniforme verde olivo tipo militar.
De cara a un país en crisis
Noboa había arremetido en los últimos días, a través de anuncios por televisión, algunos junto a su familia, ofreciendo miles de empleos y viviendas baratas, a la vez que afirmaba que Gutiérrez podría convertirse en un ?dictador?, dividir a los ecuatorianos y hasta lo acusó de maltratar a su propia esposa.
Pero el militar retirado, quien además es un ingeniero civil, rechazó esas criticas y se dedicó a calmar la preocupación de banqueros e inversores de Wall Street al prometer que mantendrá una disciplina fiscal y la dolarización, el sistema monetario del país andino vigente desde el 2000, si llega a ser jefe de Estado.
Este fue el segundo intento del millonario Noboa por llegar a la presidencia de Ecuador, después de que en 1998 perdió los comicios ante Mahuad y denunció fraude.
El coronel retirado asumirá en enero del 2003 por un mandato de cuatro años Ecuador, el mayor exportador de banano del mundo y que tiene al petróleo como su principal fuente de divisas, ha visto desfilar hasta dos presidentes que no cumplieron su mandato en los últimos cinco años, entre ellos el ex mandatario Abdalá Bucaram, quien fue destituido en 1997 por ?incapacidad mental? acusado de corrupción tras una breve gestión de seis meses.
Este país andino busca salir de una crisis económica que estalló a fines de 1998 ?por un desplome financiero y embates climáticos? a pesar de que en el 2001 registró un crecimiento de 5,6 por ciento, uno de los más altos de Latinoamérica.
En 1999, Ecuador tuvo que declarar una moratoria de pagos de su deuda externa, agobiado por la crisis económica.
Wall Street dice que gane quien gane, Ecuador tendrá que firmar un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional para conseguir un préstamo de 240 millones de dólares, vital para evitar el caos fiscal frente a su pesada deuda externa.
Nuevo líder de región
Los ecuatorianos eligieron nuevo presidente en un país con una gran inestabilidad política. Los dos últimos presidentes elegidos en las urnas fueron sacados por presión popular.
La llegada de Gutiérrez al poder ocurre en momentos en que Latinoamérica ve ascender a líderes inclinados hacia la izquierda, como Luiz Inacio Lula da Silva, quien recientemente ganó las elecciones presidenciales en Brasil, y el presidente venezolano Chávez.
Pero Gutiérez, un ingeniero civil de profesión que ha portado durante su campaña final un chaleco antibalas por recomendación de la policía, marcó distancias con Chávez, quien intentó en su país un golpe de Estado en 1992.
Gutiérrez y Noboa habían cerrado su campaña presidencial con una lluvia de promesas para revertir la crisis económica de este país donde el 60 por ciento vive en la pobreza.
Analistas dicen que el nuevo presidente tendrá que lidear además con el Congreso, dominado por varios partidos de partidos tradicionales, opositores de Gutiérrez.