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MÉXICO, D.F.- Los "reality shows" denominados Big Brother y La Academia, son por mucho el suceso del año en la televisión mexicana, porque nunca antes tantos estuvieron interesados por tan pocos.
En el año que concluye, la televisión mexicana rindió pleitesía a los realitys shows, uno con la implacable mirada voyeurista made in Holland Big Brother, El Gran Hermano, cuya sentencia "tú sí estás nominado" alcanzó a los famosos en su versión VIP, siglas que en las 24 horas de encierro monitoreado se tradujeron como "Varios Inútiles Permanentes". Otro, con el ojo avizor made in Spain Operación Triunfo (y su híbrido La Academia).
Una fábrica de fama instantánea de rostros y voces conocidas conforme pasan los días, elevados al tope de su ego por jurados, expertos y maestros convertidos en severos y hasta frustrados jueces, y que con los días caían en ese olvido repentino ideal para las depresiones.
Los reality shows -hermanos naturales de los talk shows- atraparon la teleaudiencia en el 2002, demostrando que la televisión, así como eleva a un desconocido, lo desinfla al instante.
Este renovador formato televisivo genera nombres sin apellidos -los más suertudos-, o de plano sólo motes y apodos (La China, El Licenciado, El Doc, El Tlacuache, El Rasta y La Negra), quienes concursaron cada semana desafiando nominaciones y telesorteos en efectivo y en especie para no defraudar a familias y amigos que los acompañaron.
"Aguantar a como dé lugar" es la frase favorita escuchada por los concursantes, aunque unos no lo soporten como Elisa en La Academia 2, víctima de la bulimia y la depresión, que en previo examen médico pudo ser detectada a tiempo.
Pero el dios rating necesita puntos y tan lo sabía Lorena Herrera, que sus minúsculos bikinis encendían más televisores y en contraparte Toñita lloraba acordándose de la familia, y peor aún Alejandro Ibarra, quien vivió su triste realidad una vez que abandonó la casa de Big Brother.
Signo inequívoco de los tiempos y de la igualdad de género, las mujeres han ganado en los cuatro reality shows de este año. ¿Por qué será? La televisión mexicana ha sido sexista desde su primera transmisión.
Al hombre-conductor-actor-animador-reportero se le perdonan los años, las canas, los kilos de más, a la mujer jamás. Heroínas del cambio, las mujeres trabajando y triunfando, Rocío, Galilea, Myriam y Darina, se expresan por una nueva generación rompiendo de tajo la viciosa frase televisiva "en su condición de mujeres".
Pudo más la identificación lograda por los chavos de La Academia que los rostros y figuras típicas de Televisa en Operación Triunfo, tanto que por rumbos del Ajusco se apuesta por la continuidad, no importando el enojo de actrices y actores que son desplazados por una tercia de "académicos" que protagonizarán telenovela comenzando el 2003.
Pudieron más los lagrimones y el eterno fallo semanal a cargo de Alan Tacher que la imagen de galanura de Jaime Camil; pudieron más las aventuras de Yahir como padre soltero, el estrabismo de Miguel Ángel, las charlas a la camarita de Myriam o la obesidad de Wendolee, que la presencia de Kabah, Westlife, Alejandra Guzmán, Quincy Jones y José José. Así lo sentenció el dios rating.
La cuestión discográfica en La Academia también se volvió un fenómeno, al vender un millón de copias de los 17 conciertos y en el Auditorio Nacional, les fue entregado un disco de diamante.
Ahora Myriam, ganadora del reality y de 2 millones y medio de pesos, está a punto de obtener disco de oro pues su álbum recopilatorio Mi Historia en La Academia ya superó más de 75 mil discos en menos de un mes.
Por consiguiente, no dejaron pasar tiempo para continuar con la Segunda Generación de La Academia, que lleva un rating promedio de 13 puntos, más de lo que obtuvo la primera generación.
Sin embargo, la competencia en ambas televisoras provocará que el género se agote en menos tiempo que en otros países.
Pero el modelo del reality show no está acabado ni mucho menos. Tiene como formato la facultad de reinventarse según las necesidades de telemarketing. El Gran Hermano será en 2003 más irreverente que nunca y con sus buenas dosis de promiscuidad y cachondeo, jugando con cámaras y micrófonos por doquier, al filo de una Ley de Radio y Televisión cada vez más obsoleta e inoperante en los tiempos del nuevo milenio. La Academia 2, sin el éxito de su antecesora, obligará a reajustes con tal de seguirle peleando al gigante de enfrente.
La realidad nos alcanzó y en 2003 seguiremos viendo y votando por si uno acaba siendo el nominado.
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Catedra de rating La Academia
Como si fuera un cuento de hadas llevado a la realidad, La Academia cambió la vida de 14 jóvenes, en su mayoría fuera de los estereotipos físicos de la televisión actual, convirtiéndolos en famosos, con dinero y una carrera discográfica.
Aquel deseo de cantar ante miles de personas ya les fue concedido y no todos los artistas llenan un Auditorio Nacional o hacen reventar la Macro Plaza, con casi 40 mil personas, ni la Monumental Plaza de toros de Monterrey.
Myriam, Yahir, Miguel Ángel, Nadia, Víctor, María Inés, Laura, Raúl, Estrella, Héctor, Wendolee, Alejandro, José Antonio y Antonia cuentan con una simpatía especial y se identifican con los televidentes, lo que los ha hecho famosos, según justifica su productora.
Cabe señalar que La Academia surgió en México en medio de un conflicto entre Televisa y TV Azteca. Laurens Drilich, director general operativo de Endemol México, aseguró que el reality de la televisora del Ajusco era una copia de Operación triunfo, mientras que Martín Luna, director general de estudios Azteca, defendía la originalidad del formato.
La Academia provocó que en poco más de dos meses, 150 empresas se interesaran en patrocinarla; el sistema de conteo de llamadas por teléfono para apoyar a los alumnos, no se daba abasto, según fuentes de la empresa telefónica; DirecTV se interesó en transmitir las 24 horas el reality y TV Azteca subió su popularidad y el precio de sus acciones.
En total, existen en el mundo 22 diferentes tipos de reality show. En nuestro país, sólo se han presentado seis, así que el 2003 podría venir acompañado con nuevas sorpresas.
Los reality se llevan el año
El año que termina marcó una nueva etapa para la televisión mexicana. Llegaron los reality shows y con éstos, una nueva forma de trabajar en la TV.
-A partir del 3 de marzo los horarios para técnicos, productores, camarógrafos, entre otros, serían de tiempo completo. Pocos sabían de lo que se trataba, pero muchos querían participar.
-La serie que nació en 1982 en Holanda y que ha recorrido países como Argentina, Brasil y España, provocó polémica llegaría a México. Tan sólo en México, 36 anunciantes se negaron a publicitar sus productos en la emisión.
-Su principal detractor fue la Asociación a Favor de lo Mejor, misma que hizo una campaña para pedirle a los patrocinadores que retiraran su apoyo a Big Brother.
-La Asociación a Favor de lo Mejor destinó 40 estudiantes de Comunicación para monitorear las 24 horas del día el programa, esperando que en cualquier momento pudieran violar el artículo 5 de la Ley Federal de Radio y Televisión.
-Se estima que tan sólo el estreno de Big Brother fue visto por tres millones de espectadores en México.
-La Iglesia mostró su indignación. El cardenal Norberto Rivera Carrera dijo que Televisa no podía seguir teniendo al pueblo "como gente retrasada".
-El impacto de Big Brother se notaba en centros comerciales, tiendas de discos y en cualquier lugar de la calle.
-Bastaron tan sólo 18 días para que la primera expulsada, Denisse, obtuviera fama y reconocimiento.
-Con el paso de los días, fueron saliendo cosas que parecían ocultas, como que los participantes recibían sueldos de 36 mil pesos mensuales, lo que provocó reacciones encontradas, entre la producción y los medios de comunicación.
-Como ya es costumbre, el rating fue determinante y aunque obtuvo su máximo nivel en la final: 35.7 puntos, hubo otros momentos en los que incluso la telenovela Salomé le ganó, con 26.9, al reality, que llegó a 24.5%.
-Analistas de finanzas aseguraron que tan sólo entre el Mundial de Futbol y Big Brother, Televisa obtuvo ingresos por 50 millones de dólares.
-El proyecto siguió caminando y mientras esperaban la llegada de Operación Triunfo, en junio Endemol y Televisa decidieron hacer un Big Brother VIP, en el que participaron 11 artistas.
-El punto más exitoso de VIP lo obtuvo en su inicio; el 30 de junio alcanzaron 25.51 puntos de rating, mientras que ese día que también Azteca estrenó La Academia, éste se quedó con 7.14 puntos.
-A pesar de que Televisa apostó toda su voluntad en que Operación Triunfo rompería con todo lo anterior. Sin embargo, la realidad es que nunca superó las expectativas y desde su inicio hasta el final, el reality de La Academia se llevó la audiencia.
FUENTE: Agencias.