Río de Janeiro.- Un niño de 11 años al que dos compañeros le robaban el refrigerio que diariamente llevaba a su escuela decidió vengarse envenenando los alimentos y por poco causa la muerte de los abusadores, informó hoy la prensa brasileña.
El incidente ocurrió el pasado martes en Santo Antonio de Jesús, un pequeño municipio del interior del estado de Bahía (nordeste) y en cuyo hospital fueron ingresados los dos niños, según la agencia "Globo on line".
En el interrogatorio al que fue sometido ante un juez de menores, que decidirá su suerte, el envenenador dijo que no aguantaba más la situación y que decidió colocar veneno para ratas en los alimentos que llevó el martes a la escuela.
Los dos compañeros, como lo hacían siempre, aprovecharon el recreo en la escuela municipal Cristina Almeida Pimenta para apoderarse de los bocadillos ajenos y poco después tuvieron que ser hospitalizados.
Los escolares intoxicados fueron sometidos a una limpieza estomacal y están fuera de peligro. EFE