POR MARTÍN CHÁVEZ CHÁVEZ
EL SIGLO DE TORREÓN
TORREÓN, COAH.- Dentro del PRI el ser líder social se convirtió en un gran negocio con esto de las cuotas, acarreos, muchos lo vieron como un lucro político y... es lo mismo en todos los partidos, sostiene Mauro Delgado Hernández desde su oficina en el palacio municipal donde desarrolla su labor como octavo regidor.
Delgado Hernández representa al llamado Consejo de Colonias Populares, al sur de la ciudad, sectores como Rincón La Merced, Valle Verde, Las Luisas, hasta la colonia Victoria y recuerda sus inicios en 1971 cuando su lucha principal fue por servicios públicos para su área de influencia.
Posteriormente este dirigente participó en movimientos de protesta contra la empresa Met-Mex Peñoles, debido a la contaminación ocasionada por esa compañía y recuerda que a consecuencia de esta acción carga con tres órdenes de aprehensión en su contra: “me acusaron de todo lo que se les ocurrió y sólo faltó para que me echaran al ejército”, sostiene.
Reconoció que en estos momentos los líderes están muy desacreditados y algo que no debe hacer nunca un dirigente es engañar a la gente; todos son respetables, pero la gente no tendría necesidad de acudir con los líderes si los gobiernos de los tres niveles tuvieran otra cultura, pues ellos –los gobiernos--, son los que solapan y permiten la intervención de los dirigentes... no deberíamos existir, reconoce.
En este sentido, abundó que los gobiernos son los que tienen que cambiar y resolverle su necesidad a cada ciudadano, como por ejemplo, la Comisión Federal de Electricidad (CFE), si no van los líderes no atienden a las personas que se quejan de cobros exagerados por el servicio.
Hay casos en que una persona cuyo cobro es de mil 500 pesos, acude a la CFE y ahí le dicen que necesita pedir la intervención de su dirigente de colonia, de lo contrario no va a lograr nada, entonces es el mismo gobierno el que promueve la existencia de los intermediarios. Hay usuarios que en colonias residenciales pagan cincuenta pesos, aseguró.
En el caso de CFE, en esta ciudad son 150 mil usuarios y en la CFE existen 25 trabajadores que toman lectura, no alcanzan a medir y hacen estimaciones desde atrás del escritorio, desde ahí la cosa anda mal, consideró.
Por lo expuesto, añadió Mauro Delgado, los líderes somos un mal necesario, pues si a cada persona se le atendiera y se le resolviera el problema en lo individual, no habría razón para que interviniera otra gente.
Se refirió a la existencia de líderes dentro del PRI y señaló que aquí se convirtió en un negocio, con la aplicación de cuotas, acarreos y más que líderes en realidad somos instrumentos de auténticos grupos de poder, sobre todo económico... sí, nosotros somos los que aparecemos en la televisión, en la radio, en la prensa, pero detrás de cada movimiento de protesta hay una persona que detenta el poder económico y político con un interés personal bien marcado.
A muchos nos siguen moviendo y cómo la gente va a creer en nosotros si no somos sinceros, llega entonces el momento en que la misma gente queda desilusionada de los líderes, no hay credibilidad, pero también los de arriba no te dejan hacer nada.
Por ejemplo, “el otro día vinieron habitantes de la colonia Jacarandas protestando por el estableci-miento de una gasolinera que quieren construir en aquel sector, les dije la verdad, “señores, sabemos que familiares de Salomón son los dueños de ese nuevo establecimiento y sólo les queda a ustedes hacer la lucha para evitar que funcione”, dijo.
Antes, a los líderes se les golpeaba y hasta se les desaparecía, pero hoy se las aísla y se les golpea psicológicamente. Los líderes estamos muy desacreditados y somos los rateros, los mentirosos, los villanos, pero detrás de cada acción de resistencia civil, hay un poder económico y político con un interés bien marcado, reiteró. Es el juego de cada quien.