Roma, 31 oct (EFE).-
Los cuatro niños pertenecían a la escuela infantil de ese pueblo de la región de Molise, a unos 220 kilómetros al sur de Roma, cuyo tejado se derrumbó como consecuencia del movimiento sísmico, mientras los adultos son dos mujeres de la misma localidad, cuyas casas también se vinieron abajo.
El subgobernador civil de Campobasso (capital de Molise), Piero Ucci, confirmó a última hora de la tarde la cifra de seis muertos, pero matizó que "está destinada a aumentar" y apuntó que no hay heridos importantes en otros centros urbanos.
El terremoto motivó daños materiales en otras localidades, aunque la atención principal de los equipos de rescate se centró en San Giuliano y en la situación de los aprisionados bajo los escombros de la escuela, que superaban el medio centenar entre niños y profesores.
A primeras horas de la noche, una veintena de personas habían podido ser extraídas con vida de la escuela y trasladadas a clínicas cercanas, donde en estado grave hay media docena, según fuentes hospitalarias.
El derrumbe del tejado de la escuela infantil creó, sin embargo, una especie de compartimento estanco en el que quedaron apiñadas numerosas personas, ya que algunos de los cooperantes en las tareas de rescate han podido hablar con niños y adultos encerrados bajo los escombros.
No obstante, la impresión de los cooperantes es que algunos de los ocupantes no habría gozado de esa especie de cámara, por lo que el balance inicial de víctimas mortales podría incrementarse.
Como es habitual en este tipo de desastres, el tiempo corre en contra de los encerrados bajo los cascotes, por lo que las tareas de Bomberos y Protección Civil se desarrollan en medio de la tensión y la incertidumbre.
Con la dificultad de contar con medios mecánicos ante las características del derrumbe, los equipos de rescate trabajan incluso con las manos y la mayor rapidez posible para tratar de llegar hasta las víctimas.
En el caso de la escuela, se trata de un edificio de cemento armado construido en la década de los 50 y reestructurado hace pocos años, en el que algunos alumnos celebraban una fiesta por la noche de Halloween.
El movimiento sísmico de 5,4 grados en la escala Richter (equivalente al octavo grado Mercalli) se registró a las 10.33 GMT en diversas regiones del centro y el sur de Italia, entre ellas Abruzzo, Campania, Apulia y Basilicata, con epicentro en la capital de Molise Campobasso.
En las horas sucesivas se registraron otros movimientos sísmicos de menor intensidad en las regiones meridionales italianas, aunque los expertos en geología descartaron que exista relación entre esos terremotos y los que se han desarrollado en los últimos días en Sicilia, vinculados a la erupción del volcán Etna.
El terremoto ha motivado la evacuación por motivos de seguridad de al menos 2.000 personas y la clausura cautelar por parte de las autoridades de diversos edificios, aunque en numerosos casos los habitantes han optado por alejarse de sus poblaciones.
La misma zona afectada por el terremoto había experimentado durante la madrugada anterior un movimiento de menor escala, según los sismógrafos. EFE