Fotografías que presentan rasgos característicos de los aztecas
GÓMEZ PALACIO, DGO.- La exposición fotográfica “Retorno a Aztlán” sigue en exhibición para el público en general en la Casa de la Cultura de Gómez Palacio, la cual fue presentada por el Centro Cultural Issste de esta ciudad, en donde continuará hasta el 27 de este mes en la Sala Rodolfo Escalera.
Las fotografías presentadas de la película que lleva el mismo título de la exposición, forman parte del acervo del Instituto de Seguridad Social y Servicios para los Trabajadores del Estado (ISSSTE), cuya coordinación regional estuvo a cargo de montar la exposición.
Olivia Ordóñez Sánchez, directora del Centro Cultural ISSSTE, dijo que “agradece la colaboración de Rosina Guerrero de De Alvarado directora de la Casa de la Cultura de Gómez por facilitar las instalaciones, así como la participación especial en dicho evento de la danza azteca Chicomostoc, y a Raúl Horacio Marmolejo, museógrafo de la Casa de la Cultura por el montaje de la exposición”.
Ordóñez, explica: “La historia tradicional de los mexicanos nos indica que la tribu azteca, habiendo partido de un punto situado en algún lugar del norte, de una isla en la mitad de un lago, llamada Aztlán en la segunda mitad del siglo XII, requirió cerca de un siglo y medio para llegar al centro de México e instalarse allí, en medio de las lagunas y los pantanos de la mesa central”.
Se dice que los aztecas se detenían un año en ciertos lugares, en ocasiones varios años, sembraban y cosechaban su maíz; al salir de las estepas desérticas del Norte, entraron en contacto con pueblos de avanzada civilización, los nahuas de Tula y los de las ciudades lacustres. Sin embargo es probable que durante toda esta fase de su historia, ni su modo de vida ni su organización social sufrieran alguna alteración considerable.
Asimismo, Ordóñez Sánchez comenta “Respecto a la religión de los aztecas, en ésta se le otorgaba un lugar muy importante a los dioses de la raza y de la guerra, muy a menudo identificados con los astros. El Sol, Venus, La Vía Láctea. Su organización social nos es casi desconocida: sólo sabemos que llevaban su existencia nómada por grupos, al mando de unos jefes, algunos de los cuales como el semi mítico Xólotl, a veces podían extender su autoridad sobre todo un conjunto de tribus, al menos en la guerra y la conquista”.
La visión del mundo de los aztecas, no concedia al hombre sino un papel ínfimo en la organización de las cosas. Su destino estaba sometido al todopoderoso Tonalpohualli (ciclo del calendario). Su vida en el otro mundo no dependía en nada de consideraciones morales. Su deber consistía en combatir y morir por los dioses y por la conservación del orden del mundo.
Además, la hechicería, los augurios y los presagios dominaban la vida cotidiana. “Es un hecho notable que una visión tan pesimista haya podido coexistir en el maravilloso dinamismo de la civilización azteca” finalizó la directora del Centro Cultural del Issste de Gómez Palacio.
Los rasgos de esa cultura, que tanto han impresionado a los especialistas y turistas extranjeros, quedan de manifiesto en la muestra “Retorno a Aztlán”, que es un compilación fotográfica de algunas de las escenas de la película del mismo nombre, dirigida por Juan Moro.